jueves, 27 de noviembre de 2014

"Arthur: Con Una Albóndiga Comienza Una Historia de Amor y Lealtad".



‘Arthur’ salta a la fama en las redes por su lealtad.A este precioso perrito le cambio la vida cuando se atravesó en el camino de cuatro deportistas suecos que competían en Ecuador.

Mikael Lindnord estaba participando en una maratón que se celebró por la selva en Ecuador. Durante la competición un perro callejero se le acercó, Mikael le dio una albóndiga y ese fue el comienzo de una gran historia. El perro siguió a Mikael durante toda la prueba y finalmente decidió adoptarlo.

El explorador Mikael Lindnord participaba en una carrera a través de la selva ecuatoriana y acabó adoptando a un perro callejero que le ofreció su amistad durante la competición.
Mikael era el lider de su equipo durante la competición de 430 millas, “Adventure Racing World Championship”, que este año se celebró en Ecuador.
El grupo notó que un perro de aspecto cansado merodeaba a su alrededor. Sintiendo lástima por él, Mikael le dio una albóndiga en un acto de bondad. Eso creo un vínculo inquebrantable entre el hombre y el perro durante el resto de la agotadora carrera.
A partir de ese momento el perro se negó a dejar de lado a Mikael, nadando junto al equipo mientras se desplazaban por los ríos, arrastrándose cuesta arriba y tirándose por zonas donde el barro llegaba hasta las rodillas.
Quedaron tan impresionados con su lealtad y la resistencia que tuvo el animal que lo bautizaron con el nombre de “Arthur”. Finalmente, Mikael y Arthur se convirtieron en grandes amigos y Mikael decidió adoptar al perro y llevárselo a su casa.
Los campeonatos del mundo celebrados en Ecuador cubre tres regiones geográficas, los Andes, el Pacífico y la selva amazónica. Mikael dijo que estaba abriendo un paquete de comida cuando vio a un perro desaliñado en una esquina que no le quitaba el ojo de encima.
Pensé que tenía hambre y le dí una albóndiga. Entonces pensé más en él. En un momento que tuvimos un descanso, el perro estaba totalmente destrozado. Abrimos dos latas de comida y se las dí, porque no podía encontrar comida en la selva”.
Antes de empezar un tramo de la carrera, que consistía en hacer 36 millas en un kayak, los organizadores advirtieron al equipo que teniendo a Arthur corría riesgo la seguridad del perro y la de ellos.
El grupo trató de seguir sin él, pero al meterse en el agua el perro saltó junto a ellos y comenzó a nadar desesperadamente. Mikael, con el corazón roto al ver a Arthur en el agua y poniéndose en su lugar, agarró al perro y lo subió al kayak permitendo que viajara con ellosEl gesto provocó el aplauso de decenas de personas que veían la competición desde los barcos.
Después de seis duros días acabaron juntos la carrera por la selva y Mikael y su equipo decidieron llevar a Arthur a un veterinario cuando todavía estaban en América del Sur para que no estuviera desprotegido.
Durante ese tiempo Mikael pensó que después de su experiencia, no podía dejar a Arthur allí, por lo que decidió adoptarlo y llevarlo de vuelta a Suecia. Tuvo que realizar una solicitud para hacer el traslado del perro. Después de unos tensos días de espera, finalmente el equipo llegó con Arthur a bordo del avión que los llevaba de vuelta a casa.
Sin embargo, debido a las duras reglas de Europa sobre el traslado de perros, Arthur tuvo que esperar en cuarentena en un centro de aislamiento a la espera de que los veterinarios comprobaran que el animal no tenía alguna enfermedad.
Mikael explicó que no tenía ni idea de lo mal que estaba el perro cuando lo conoció. “Él estaba en muy mal estado cuando lo cogimos”. “Tenía grandes heridas y sangraba bastante debido a los parásitos que tenía. El veterinario explicó que Arthur venía arrastrando esas heridas desde hacía seis meses”.
Después de ser examinado por un veterinario en Quito (Ecuador), el veterinario le cosió varias heridas y le suministró antibióticos.
Mikael lo pasó muy mal cuando tuvo que separarse de Arthur mientras estaba en cuarentena antes de entrar en Europa. “Me pone muy triste, por supuesto. Pero sabíamos las condiciones cuando decidimos traerlo aquí. Fueron muy claros con las reglas y sabía que no se podían eludir”, comento Mikael.
Afortunadamente Mikeal y Arthur están juntos y ahora vivirán una vida llena de nuevas aventuras en Suecia. Seguro que ninguno olvidará el momento en el que se conocieron aquel día en la selva ecuatoriana.
“Yo vine a Ecuador para ganar el campeonato. 
En cambio, tengo un nuevo amigo“, comentó Mikael.