miércoles, 12 de febrero de 2014

"El Diafragma y las Emociones".

Imagen taoalive.com

El diafragma es una pared de músculos y tendones que separa la cavidad del pecho del abdomen. Forma el suelo de la cavidad pectoral y el techo de la cavidad abdominal. El diafragma está sujeto a la parte interna a las costillas inferiores y a la zona lumbar de la columna. Con forma de cúpula se proyecta hacia el corazón y los pulmones, dando apoyo y elevación a estos órganos.

Al respirar, el diafragma está en posición relajada durante la fase de exhalación y se contrae durante la fase de inhalación, presionando contra todos los órganos de la cavidad abdominal y haciendo que ésta se expanda hacia fuera. Esta presión rítmica contra los órganos del abdomen actúa como un suave masaje para el estómago, los intestinos, el hígado, el páncreas y los riñones. Al elevar el corazón y abanicar los fuegos de la digestión y el metabolismo, el músculo diafragma tiene un papel importante, aunque poco reconocido, en el mantenimiento de nuestra salud, vitalidad y bienestar.

En la práctica de la Fuerza Vacía se desarrolla este movimiento respiratorio de relajación y contracción del diafragma, y de expansión y contracción de la pared abdominal. Al meter el vientre hacia la columna y contener la respiración sin aire, el gas atrapado y el chi estancado en el abdomen se movilizan, creándose un vacío y la resultante fuerza de succión. Contener la respiración sin aire y mover el diafragma arriba y abajo da a los órganos un poderoso masaje. 


La Respiración de la Fuerza Vacía también ayuda a dirigir el chi en los movimientos Tao Yin.
El diafragma tiene una hoja fascial que se extiende hacia abajo y conecta con el psoas. La tensión o contracción muscular en la parte baja de la espalda afecta al diafragma y dificulta la respiración. Si el músculo psoas es flexible, uno puede respirar más profundamente, y de este modo utilizar el poder del diafragma para favorecer el movimiento y ayudar a conectar la parte superior del cuerpo con la inferior. A veces al diafragma se le llama el «músculo espiritual». La respiración nos aporta la energía vital, el chi, que después recorre el cuerpo. En este sentido interno y sutil, respiración significa «espíritu», y es el vínculo entre el cuerpo y el alma. El bloqueo de la respiración es el comienzo de la mayoría de las enfermedades corporales y mentales. Los ejercicios Tao Yin dirigen la energía para relajar el diafragma, eli­minar bloqueos y restaurar un flujo de energía interna uniforme.


La respiración facilita el flujo de energía interna en el cuerpo.

Relajado Contraído 
Movimiento del diafragma. Cuando el diafragma está relajado, la cúpula descansa contra el corazón y los pulmones. Cuando el diafragma se contrae, empuja a todos los órganos de la cavidad abdominal.

Inhala, Exhala.


Movimiento abdominal.
Durante la exhalación, el diafragma se rela­ja, los órganos ascienden y el vien­tre se aplana. Durante la fase de inhalación, el diafragma se contrae, los órganos son presionados hacia abajo y el vientre se expande. Cuando esta fuerza o energía respiratoria se bloquea, enfermamos. En las prácticas taoístas se considera que este aspecto interno de la res­piración, esta respiración primordial, es el elemento más importante. Es a esto a lo que llamamos chi. En el Tao Universal solemos referirnos a este componente inter­no de la respiración como respiración sutil o respiración eléctrica, para distinguirla de la respiración externa de oxígeno a través de la nariz hacia los pulmones. El Tao Yin es la práctica de respirar y movilizar esta energía vital. 


El estrés y el condicionamiento emocional pueden tener profundos efectos en la respiración. La tensión hace que la respiración se atasque y congestione. El diafragma se tensa y se queda rígido, y la respiración se reduce a un movimiento limitado y discontinuo de las costillas arriba y abajo. Perdemos la respiración fluida y rítmica de un diafragma relajado cuando nos disgustamos seriamente. El descanso y la relajación restauran este flujo rítmico, pero, como los demás músculos del cuerpo, el diafragma suele estar sometido a demasiada tensión.
En el Tao, decimos que la toxina número uno para nuestros cuerpos son las emociones negativas. Tenemos que transformar las emociones negativas improductivas en emociones virtuosas y positivas. El Tao Yin y la Sonrisa Interna son maneras de transformar el estrés en energía y lo negativo en positivo. 


La principal energía que quemamos en el cuerpo es la glucosa procedente de los hidratos de carbono que comemos. La dieta occidental media está compuesta en un 70 por 100 por hidratos de carbono, que producen glucosa; el producto residual de esta combustión bioquímica es el dióxido de carbono, del que nos deshacemos a través de la respiración. Cuando aprendemos a respirar adecuadamente, el 70 por 100 de las toxinas salen de nuestro cuerpo. Por desgracia, la mayoría de nosotros no res­piramos adecuadamente. Cuando aprendemos a respirar adecuadamente, liberamos el dióxido de carbono hacia la naturaleza, hacia las plantas y animales, que usan nuestras toxinas corporales para alimentarse y nos devuelven oxígeno.

Todo lo escrito aquí sobre el Tao está extraído de los libros de Mantak y Maneewan Chia.