viernes, 29 de junio de 2012

"Las proteínas que permiten sustituir las carnes rojas para vivir más y mejor".



Un nuevo y masivo estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard entrega una conclusión inapelable: el consumo de carnes rojas aumenta la mortalidad general, así como la causada por enfermedades cardiovasculares y la que provoca el cáncer. Algo que preocupa a los expertos, ya que este tipo de carnes sigue siendo una de las mayores fuentes de proteína para la humanidad.

"Nuestro estudio agrega más evidencia a los riesgos de salud que tiene un alto consumo de carnes rojas, que también se ha asociado al desarrollo de diabetes tipo 2 y de infarto cerebral", dice el doctor An Pan, quien dirigió la investigación.

Basta consumir a diario un trozo de carne roja fresca del tamaño de una baraja de naipes (90 gramos) para que aumente el riesgo de mortalidad general en un 13%. Pero si la carne es procesada como una salchicha o dos torrejas de tocino al día, este riesgo aumenta en un 20%.

Semillas y legumbres.

Las cifras se obtuvieron al seguir a más de 37 mil hombres y más de 83 mil mujeres, por 22 y 28 años respectivamente. Al inicio del estudio, todos eran saludables a nivel cardiovascular y no tenían cáncer. Los resultados se publicaron ayer en la versión digital del Archives of Internal Medicine.

La investigación es la primera que especifica el daño de la carne roja fresca, por una parte, y la de productos procesados como son los embutidos, por otra. Si la primera eleva el riesgo de morir del corazón en un 18% y de cáncer en un 10%, la procesada incrementa el peligro cardíaco en 21% y de desarrollar tumores en un 16%.

"Este estudio provee evidencia clara de que el consumo regular de carnes rojas contribuye a una muerte prematura", dice el profesor de nutrición de Harvard, Frank Hu.

Pero en esta ocasión también se analizó el efecto de reemplazar una porción de esta carne por otra fuente de proteína. Por ejemplo, basta que alguien coma un día una porción de pescado y se reduce el riesgo de mortalidad en un 7%, si come ave este peligro cae en un 14%, con semillas tipo nueces y almendras disminuye 19%, así como 10% con legumbres, y 14% con granos enteros.

Con esto se demostró que "eligiendo fuentes de proteína más saludables en lugar de carnes rojas se obtienen beneficios para la salud importantes, que reducen la mortalidad y la morbilidad de varias enfermedades crónicas", dice Hu.

Para uno de los más prestigiados expertos en medicina preventiva, el doctor Dean Ornish, de la U. de California, en San Francisco, estudiar otras proteínas es un punto fuerte de este trabajo, ya que ofrece "todo un espectro de alternativas a las personas", sin dejarlas en el terreno del todo o nada.

Consenso emergente en nutrición.

Durante los últimos años, los estudios acerca de las distintas dietas han llegado a ciertos consensos: poco o nada de carnes rojas, así como muchos "carbohidratos buenos" como frutas, verduras, granos enteros y legumbres. Reducir los "carbohidratos malos", como los refinados del tipo azúcar de mesa, harina blanca o jarabe de maíz. Aumentar las "grasas buenas" como los ácidos grasos omega 3 del aceite de pescado y de linaza, y reducir las "grasas malas" como las trans y las saturadas. Por último, preferir más calidad y menos cantidad de comida.