jueves, 27 de octubre de 2011

"Errores"


“¿Cometiste un error? ¿Cuál es el árbol que el viento no remueve?”.

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“El maestro de la perfección es el error. El maestro de la salud es la enfermedad. El maestro de la alimentación es el ayuno.”

*

“No reconocer un error y no darse el trabajo de arreglarlo provoca la muerte de algo o de alguien.”

*

“No te arrepientas: fueron semillas tus errores”.

Alejandro Jodorowsky.

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“¡Equivocaos, Por Favor: Sólo Así Podréis Acertar Algún Día!”

Tom Byers: En Silicon Valley los emprendedores hablan de sus fracasos tanto como de sus aciertos, porque saben que están relacionados y que no hay unos sin otros. Y están orgullosos de haber sabido fracasar para acertar.

¿Por qué?

Porque el éxito forma parte del fracaso, del mismo modo que el niño que no se cae nunca no aprende a andar. Lo único que exigimos es ética en el fracaso. Es decir, que te equivoques es tan honorable como que aciertes, pero en ambos casos sin faltar a la ética. El único fracaso no es ganar o perder dinero, sino engañar a los demás.
En EE.UU. el culto al éxito venía acompañado hasta ahora de la ridiculización del fracaso. Es mérito de la cultura Silicon rehabilitar el fracaso hasta el punto de pedir: “¡Equivocaos, por favor: sólo fracasando podréis triunfar algún día!”.

¿Cómo enseña a fracasar?

Gran pregunta. Empezamos ya el primer día: les llevo a mis estudiantes los curriculum que enviaron para ingresar en Stanford y les digo: “Aquí sólo habéis puesto los éxitos. Ahora escribidme todos vuestros fracasos en la vida y qué os enseñó cada uno”.

Tom Byers, formador de emprendedores en la Universidad de Stanford. Extracto de una entrevista en La Vanguardia.

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“Lo que es castigo para unos es premio para otros. Muchas veces, lo que llamamos «fracaso» hace que abandonemos una actividad que no nos corresponde por otra más acorde con nuestra verdad”.

Alejandro Jodorowsky en “Cabaret Místico”. (Ed. Siruela).

¿Cómo Es El Árbol Genealógico Del Niña/o Adoptada/o?


¿Es sano crecer con dos padres del mismo sexo?

Hace falta un principio masculino y un principio femenino para que un niño nazca. Si sabemos que la ausencia de padre tienen consecuencias para el niño. Con dos progenitores del mismo sexo podría haber desequilibrio, alguna confusión. En nuestra sociedad están apareciendo nuevos modelos de familia, iremos viendo como nos vamos acomodando a ellas.

¿Cómo es el árbol genealógico de un niño adoptado?

1.-El árbol biológico del que procede. La familia está en cada célula del cuerpo, todas ellas tienen memoria, y el inconsciente familiar existe, independientemente de que ese niño viva a kilómetros de distancia de su lugar de origen.

2.-El árbol adoptivo. Es el educador. A partir de la adopción, el niño entra en un nuevo clan, es parte del sistema y es receptorio de todos los mensajes que de él le llegan.

3.-El árbol imaginado o fantasmático. Lo recrea completando arquetipos. Cualquier niño que es consciente de que procede de una familia diferente a la adoptiva, empieza a imaginarla, a crearla en su mente, a inventar mitos, a llenar lagunas de datos con edificaciones de su imaginación.

Diálogos post-taller.
Plano Creativo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

"Trabajar Por La Paz"


Llegaré a la paz cuando sea capaz de:
1.-Deshacerme de la adicción a sentimientos negativos como el sufrimiento, la rabia, la insatisfacción o la tristeza.

2.-Dejar de pedir. Mi pedido viene de dos fuentes: del “hambre” (de amor , de caricias, de atención…) que he tenido en el pasado y de la idea loca transmitida por mi árbol que dice que la supervivencia es para el que tiene más.

3.-Entender que compartimos algo inmaterial e inagotable, que es la consciencia, en un mundo material y agotable. No hay nada que compartir porque en realidad vivimos en un mundo en el que todo es para todos.

Hoy empiezo a estar en paz.

Reflexión post-taller.Alejandro Jodorowsky.

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Sentimientos: ¿Auténticos O Locos?

Al igual que evaluamos las ideas, para conservarlas o deshacernos de ellas en función de su utilidad y belleza, también debemos examinar nuestros sentimientos para ver si son auténticos o locos. El criterio no es otro que LA PAZ.

1.- Los sentimientos que me llevan a la PAZ puedo considerarlos como auténticos.

2.- Los sentimientos que me alejan de la PAZ puedo desprenderme de ellos.

Todo sentimiento que nos lleva a la guerra y a la confrontación es un sentimiento loco.

Marianne Costa: Cuando una persona nos dice que si la abandonamos se suicidará…eso no es amor, es masoquismo. O cuando dejamos que la familia abuse de nosotros, como si fuéramos un “trapo” significa que estamos instalados en sentimientos locos.

Para la familia, los santos son los sacrificados, los sufridores… Por ese motivo cuando escuchamos que “nuestra abuela era una santa”…hay que traducirlo inmediatamente a otro lenguaje: “era una sufridora de la que se abusó” Una persona a la que se le negó su feminidad. Es trágico que a la negación de la feminidad se le llame santidad…

Tal vez lo que ocurre es que imitamos inconscientemente a los que eran considerados como “santos” dentro de nuestra familia, porque creemos que si nos parecemos a ellos, nos amarán. Son sentimientos locos.

Alejandro Jodorowsky: La santidad civil es la clave. Las diferentes religiones se han apoderado de la santidad que, en mi opinión, “es un momento dado en el que se hace humanidad, ayudar a los que te rodean, eso es santidad civil, y es necesario que todos lleguemos a ella”.

Plano Creativo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Medios De Comunicación… ¿O Miedos De Comunicación?


Alejandro Jodorowsky: Lo que caracteriza a los animales es el miedo: a cada momento temen que un rapaz se los coma. Sólo los humanos que desarrollan su Conciencia llegan a la libertad de vivir sin miedo, aceptar morir, no temer perder. Pero esta sociedad inhumana-industrial necesita que los ciudadanos vivan angustiados, semi-drogados, infantiles. Manipulados por el miedo, compran, consumen, obedecen, llenan su vacío espiritual con juegos necios, es fácil esclavizarlos. No hay que idealizar a la prensa ni a ningún medio de comunicación, todos están manipulados por los grandes y golosos capitalistas. El dinero actual es sólo simbólico, no representa una materia preciosa: es producto de especulaciones que se basan en los mercados, mercados vampiros que subsisten si los humanos-animales no pierden la confianza en el poder político constituido por actores marionetas… Todo está contaminado por el miedo.

Primero que nada miedo al espacio: se nos ha dado un universo infinito en continua expansión, se nos doma para que nos parezca natural vivir en unos pocos metros cuadrados; las ciudades son cárceles con calabozos estrechos. Se nos enseña el miedo al tiempo: se exalta la juventud, se odia a la vejez, se predica un meloso “aquí y ahora” haciéndonos olvidar que la realización de la raza humana está en el futuro, y que los intentos del universo son los de crear una conciencia inmortal. Miedo a la pobreza: nos sumergen en una lucha encarnizada contra los otros para tener más riqueza, haciendo que no nos demos cuenta que la riqueza es fruto de nuestro trabajo común, nos pertenece por igual a todos. Nos vendan los ojos para que no protestemos porque unos “ricos” acumulan los beneficios de incontables “pobres”. Y el peor de los miedos, el miedo a sí mismo: adentrarse profundamente en nuestro espíritu, atravesar la tinieblas del inconsciente, para encontrar nuestro centro luminoso, libre, produce terror porque nos hace diferentes a todos los sumisos. Se educa a los niños para que sean “como todo el mundo”, haciéndolos agredir y aislar a sus compañeros “diferentes”. En fin, tengo la sensación de estar diciendo todo lo que nosotros sabemos. No le conviene a la prensa publicar noticias positivas, porque disminuyen la angustia y la gente deja de comprar sus hojas hipócritamente manipuladas. No hay un “sistema” ideal. Hay seres humanos que tienen el deber de comenzar a cambiar a este falso mundo, luchando para vencer el miedo animal que nos inyecta a diario.

Plano Creativo.

martes, 18 de octubre de 2011

"La Liberación del Cuerpo del Dolor". Eckhart Tolle.



Una pregunta frecuente es: "¿cuánto tiempo se necesita para liberarse del cuerpo del dolor?" Eso depende, por supuesto, de la densidad del cuerpo del dolor y del grado o intensidad del estado de Presencia de la persona. Pero la causa del sufrimiento que nos infligimos e infligimos a los demás no es el cuerpo del dolor sino la identificación con él. No es el cuerpo del dolor sino la identificación con él la que nos empuja a revivir el pasado una y otra vez y la que nos mantiene en un estado de inconsciencia. Por consiguiente, sería más importante preguntar lo siguiente: "¿Cuánto tiempo se necesita para dejar de identificarse con el cuerpo del dolor?".


Y la respuesta a esa pregunta es que no se necesita tiempo. Cuando se activa el cuerpo del dolor debemos reconocer que lo que sentimos es el cuerpo del dolor interno. Ese reconocimiento es todo lo que se necesita para romper la identificación con el cuerpo del dolor. Y cuando la identificación cesa, comienza la transmutación.

El hecho de saber impide que la vieja emoción se suba a la cabeza y se apodere no solamente del diálogo interno sino también de nuestros actos y de nuestras interacciones con los demás. Esto significa que el cuerpo del dolor queda imposibilitado para renovarse a través de nosotros. Entonces la emoción permanece en nosotros durante un tiempo y emerge periódicamente.

Ocasionalmente puede también engañarnos para que nos identifiquemos con ella y no podamos ver la identificación, pero no por mucho tiempo. El hecho de no proyectar las viejas emociones sobre las situaciones implica tener que enfrentarlas directamente en nuestro interior. Si bien puede no ser agradable, no nos matará. Nuestra Presencia es más que capaz de repelerla. La emoción no es nuestra esencia.

Cuando sienta su cuerpo del dolor, no caiga en el error de pensar que hay algo malo en usted. Al ego le encanta cuando nos convertimos en problema. El reconocimiento debe ir acompañado de aceptación. Cualquier otra cosa lo debilitará. Aceptar implica permitirnos sentir lo que sea que estemos sintiendo en el momento. Es parte de la existencia del Ahora. No podemos discutir con aquello que es. Bueno, sí se puede, pero a costa del sufrimiento. Aceptando nos convertimos en lo que somos: vastos y espaciosos. Nos convertimos en el todo que somos, dejamos de ser un fragmento como lo cree el ego y damos paso a nuestra verdadera naturaleza. Y entonces somos uno con la naturaleza de Dios.

Jesús lo enseñó cuando dijo, "por tanto, sean Uno como el Padre que está en el Cielo es Uno".1".' La frase del Nuevo Testamento que dice, "Sean perfectos" es una traducción errada de la frase original en griego que significa "íntegro". Eso quiere decir que no necesitamos convertirnos en uno sino que ya lo somos, con o sin el cuerpo del dolor.

Eckhart Tolle, Una Nueva Tierra.

"Factores Desencadenantes del Cuerpo del Dolor". Eckhart Tolle.


Algunos cuerpos del dolor reaccionan solamente ante una determinada situación o ante un cierto factor desencadenante, el cual por lo general resuena con un determinado tipo de dolor emocional experimentado en el pasado. Por ejemplo, si un niño crece con padres para quienes el dinero es motivo de dramas y conflictos frecuentes, podría absorber el temor de sus padres con respecto al dinero y desarrollar un cuerpo del dolor que se activa cuando hay de por medio problemas económicos. Estas son personas que se molestan o se enojan por cantidades insignificantes de dinero. Detrás de su rabia o su molestia hay problemas de supervivencia y de temor intenso. He conocido personas espirituales, relativamente conscientes, que comienzan a gritar, culpar y acusar tan pronto como alzan el teléfono para hablar con sus corredores de bolsa o de finca raíz. Así como hay una advertencia del riesgo del tabaquismo en las cajetillas de cigarrillos, quizás debería haber unas etiquetas semejantes en todos los billetes y los extractos bancarios: "el dinero puede activar el cuerpo del dolor y provocar un estado de inconciencia total".

Un niño abandonado o descuidado por sus padres en la infancia seguramente desarrollará un cuerpo del dolor que tenderá a activarse en todas las situaciones que resuenen aunque sea remotamente con su sufrimiento primordial de abandono. El amigo que llega tarde a recogerlo en el aeropuerto o el cónyuge que llega tarde a la casa puede desencadenar un gran ataque del cuerpo del dolor. Si su compañero o cónyuge los abandona o se muere, el dolor emocional que sienten es mucho más intenso que el que sería natural en una situación como ésa. Podría manifestarse en forma de angustia intensa, depresión debilitante o ira obsesiva.

La niña víctima del abuso de su padre podrá descubrir que su cuerpo del dolor se activa fácilmente en cualquier relación cercana con un hombre. O la emoción constitutiva de su cuerpo del dolor puede empujarla hacia un hombre cuyo cuerpo del dolor es semejante al de su padre. Su cuerpo del dolor puede sentir una atracción magnética hacia alguien que pueda alimentarlo con el mismo dolor. A veces, ese dolor puede interpretarse equivocadamente como enamoramiento.

Un hombre que vino al mundo sin ser deseado y no recibió amor sino apenas un mínimo de cariño y atención de su madre desarrolló un cuerpo del dolor pesado y ambivalente constituido por un intenso anhelo insatisfecho por el amor y la atención de su madre, y al mismo tiempo un odio profundo hacia ella por negarle lo que necesitaba desesperadamente. Al llegar a la edad adulta, casi todas las mujeres desencadenaban la carencia de su cuerpo del dolor (una forma de dolor emocional) la cual se manifestaba como una compulsión adictiva por "conquistar y seducir" prácticamente a todas las mujeres a quienes conocía a fin de obtener el amor y la atención femenina de los cuales estaba sediento su cuerpo del dolor. Llegó a ser muy experto en seducción, pero tan pronto como la relación llegaba a la intimidad o alguna mujer lo rechazaba, la ira contra su madre se apoderaba de él y acababa con la relación.


Cuando aprendemos a reconocer el afloramiento de 
nuestro cuerpo del dolor, aprendemos rápidamente cuáles son los factores que lo activan, 
trátese de situaciones o de ciertas cosas 
que los demás dicen o hacen.

Tan pronto como se presentan esos factores, los reconocemos inmediatamente por lo que son y entramos en un estado de alerta. Al cabo de uno o dos segundos también notamos la reacción emocional que cobra forma en el cuerpo del dolor, pero en el estado de Presencia alerta no nos identificamos con él, lo cual significa que el cuerpo del dolor no puede apoderarse de nosotros y convertirse en la voz de la mente. Si nos encontramos en ese momento con nuestra pareja, podemos decirle: "lo que acabas de decir (o de hacer) activó mi cuerpo del dolor". Así, podemos establecer un acuerdo según el cual cada vez que alguno de los dos diga o haga algo que active el cuerpo del dolor del otro, lo mencionamos inmediatamente. De esta manera, el cuerpo del dolor no puede renovarse a través del drama en la relación y, en lugar de sepultarnos en la inconciencia, nos ayudará a estar completamente presentes.

Cada vez que estamos presentes cuando el cuerpo del dolor se manifiesta, parte de la energía emocional negativa se quema, por así decirlo, y se transmuta en Presencia. El resto del cuerpo del dolor se retirará rápidamente a la espera de una oportunidad más propicia para aflorar nuevamente, es decir, cuando estemos menos conscientes. El cuerpo del dolor tendrá una mejor oportunidad cuando perdamos Presencia, quizás después de beber unos tragos o mientras vemos una película violenta. La emoción negativa más insignificante como estar irritados o ansiosos también puede servir de puerta para el regreso del cuerpo del dolor. El cuerpo del dolor necesita de la inconciencia. No tolera la luz de la Presencia.


EL CUERPO DEL DOLOR COMO MEDIO PARA DESPERTAR

A primera vista, parecería que el cuerpo del dolor es el mayor obstáculo para el despertar de la nueva conciencia de la humanidad. Ocupa nuestra mente, controla y distorsiona nuestro pensamiento, perturba nuestras relaciones y se siente como una especie de nube negra que invade todo nuestro campo de energía. Tiende a llevarnos a la inconciencia, hablando en términos espirituales, a la identificación total con la mente y la emoción. Nos pone a la defensiva, nos lleva a decir y hacer cosas destinadas a acrecentar la infelicidad interior y la del mundo.

Sin embargo, a medida que crece la infelicidad, más se altera la vida. Podrá llegar el momento en que el cuerpo no soporte más la tensión y desarrolle una enfermedad o alguna disfunción. Podríamos sufrir un accidente o caer en una situación de intenso conflicto o drama como consecuencia del deseo del cuerpo del dolor de que suceda algo malo. Podríamos incluso llegar a cometer actos de violencia física. O podríamos llegar hasta el punto de no soportar un día más nuestro ser infeliz. Y claro está que el cuerpo del dolor es parte de ese falso ser.

Cada vez que el cuerpo del dolor se apodera de nosotros, cada vez que no lo reconocemos por lo que es, pasa a ser parte del ego. Todo aquello con lo cual nos identificamos se convierte en ego. El cuerpo del dolor es una de las cosas más poderosas con las cuales se identifica el ego, y necesita de él para renovarse. Sin embargo, esa alianza malévola con el tiempo se deshace cuando el cuerpo del dolor es tan pesado que en lugar de fortalecer las estructuras egotistas de la mente, las debilita a través del ataque constante de su carga energética, de la misma manera que la corriente activa un aparato electrónico pero puede fundirlo si el voltaje es demasiado alto.

La gente cuyo cuerpo del dolor es muy fuerte, llega a veces a un punto en el que la vida se torna intolerable, donde ya no puede soportar más dolor ni más drama. Una persona lo expresó diciendo sencillamente que estaba "hastiada de ser infeliz". Algunas personas pueden sentir, como me sucedió a mí, que ya no pueden vivir consigo mismas. Por tanto, la paz interior pasa a ser la primera prioridad. La fuerza intensa del dolor emocional las lleva a dejar de identificarse con el contenido de su mente y las estructuras mentales y emocionales que han dado origen a su "ser infeliz" y que lo perpetúan. Entonces reconocen no ser ni su historia de infelicidad ni la emoción que están sintiendo. En lugar de empujarlas hacia la inconciencia, el cuerpo del dolor se convierte en el vehículo para despertar, en el factor decisivo que las obliga a asumir el estado de Presencia.

Sin embargo, debido al influjo sin precedentes de conciencia que estamos experimentando actualmente en el planeta, muchas personas ya no necesitan caer en el abismo profundo del sufrimiento agudo para dejar de identificarse con su cuerpo del dolor. Cada vez que notan que han caído en un estado disfuncional, pueden optar por salir de esa identificación con el pensamiento y la emoción y entrar en estado de Presencia. Renuncian a resistirse, entran en un estado de alerta, quietud y unión con aquello que es, tanto interna como externamente.


El paso siguiente de la evolución humana no es inevitable pero, 
por primera vez en la historia de nuestro planeta, 
podrá ser producto de una decisión consciente. 
¿Quién toma la decisión? Usted. 
¿Y quién es usted? 
La conciencia que ha tomado conciencia de sí misma.


Eckhart Tolle en "Una Nueva Tierra".

"Infelicidad". Eckhart Tolle.


No toda la infelicidad es del cuerpo del dolor. Una parte es nueva infelicidad, creada cada vez que no estamos en armonía con el momento presente, cuando negamos el ahora de una forma u otra. Cuando reconocemos que el momento presente es lo que ya está sucediendo y, por ende, es inevitable, podemos aportarle una actitud positiva de aceptación imparcial y no solamente no crear más infelicidad sino apropiarnos del poder de la Vida misma al eliminar toda resistencia.

La infelicidad del cuerpo del dolor siempre es completamente desproporcionada en relación con su causa aparente. En otras palabras, es una reacción exagerada. Es así como se la reconoce, aunque generalmente no es la persona poseída quien la reconoce. Una persona con un cuerpo del dolor pesado encuentra fácilmente las razones para sentirse alterada, molesta, afligida, triste o temerosa. Las cosas relativamente insignificantes que en otra persona provocarían solamente un encogimiento de hombros y una sonrisa indiferente, se convierten en la causa aparente de un sufrimiento intenso. Y claro está que no son la causa verdadera, sino el factor desencadenante, el cual revive las viejas emociones acumuladas. La emoción se aposenta luego en la cabeza, donde amplifica e imprime energía a las estructuras egotistas de la mente.

El cuerpo del dolor y el ego son parientes cercanos. Se necesitan mutuamente. El suceso o la situación desencadenante se interpreta y se pone en escena a través de la pantalla de un ego altamente emocional. Esto quiere decir que su significado se distorsiona completamente. Vemos el presente a través de los ojos del pasado emocional que llevamos dentro. En otras palabras, lo que vemos o experimentamos no está en el suceso ni en la situación, sino en nosotros. O, en algunos casos, aunque sea parte del suceso o de la situación terminamos amplificándolo con nuestra reacción. Esta reacción, esta amplificación, es el alimento que el cuerpo del dolor desea y necesita.

La persona poseedora de un cuerpo del dolor pesado encuentra a veces imposible distanciarse de su interpretación distorsionada, de su "historia" cargada de emoción. Mientras más emoción negativa haya en una historia, más pesada e impenetrable es ésta. Así, la historia no se reconoce como tal sino que se la confunde con la realidad. Cuando estamos completamente atrapados en el devenir del pensamiento y las emociones que lo acompañan, es imposible desprendernos porque ni siquiera sabemos que podemos hacerlo. Estamos atrapados en nuestra propia película o ilusión. Y hasta donde sabemos, nuestra reacción es la única reacción posible.

ROMPER LA IDENTIFICACIÓN CON EL CUERPO DEL DOLOR

La emanación de energía de una persona con un cuerpo del dolor activo es muy particular y les resulta muy desagradable a los demás. Cuando se cruzan con esa persona, hay quienes sienten la necesidad de apartarse inmediatamente o de reducir al mínimo su interacción con ella. Se sienten repelidas por su campo de energía. Otras personas sienten una ola de agresión dirigida contra ellas y reaccionan con grosería atacándola verbalmente o hasta físicamente también. Eso significa que hay algo en su interior que resuena con el cuerpo del dolor del otro. Aquello contra lo cual reaccionaron con tanta fuerza vive en su interior también. Es su propio cuerpo del dolor.

No sorprende entonces que las personas cuyos cuerpos del dolor son pesados y activos vivan con frecuencia en situaciones de conflicto. Algunas veces, como es natural, ellas mismas las provocan. Pero otras veces quizás ni siquiera hagan nada. La negatividad que emanan es suficiente para atraer la hostilidad y generar el conflicto. Se necesita un alto grado de Presencia para evitar reaccionar cuando se está frente a una persona con un cuerpo del dolor tan activo. Cuando logramos estar presentes, a veces sucede que nuestra Presencia lleva a la otra persona a dejar de identificarse con su cuerpo del dolor y a experimentar el milagro de un despertar súbito. Aunque ese despertar sea de corta duración, será la iniciación de todo el proceso.

Uno de esos primeros despertares que pude observar ocurrió hace muchos años. Eran casi las once de la noche cuando sonó el timbre de mi casa. Por el intercomunicador oí la voz angustiada de mi vecina Ethel. "Necesito hablar contigo, es muy importante, por favor déjame entrar". Ethel era una mujer madura, inteligente y muy culta. También tenía un ego fuerte y un cuerpo del dolor pesado. Había escapado de la Alemania nazi siendo adolescente y muchos de los miembros de su familia habían muerto en los campos de concentración.

Ethel se sentó en mi sofá y, con manos temblorosas, sacó de una carpeta unas cartas y documentos que esparció por el sofá y por el piso. Tuve inmediatamente una extraña sensación, como si algún interruptor hubiera subido al máximo la intensidad de la luz dentro de mi cuerpo. No tuve más alternativa que permanecer abierto, alerta, intensamente presente, presente con cada célula de mi cuerpo. La miré sin pensar ni juzgar y la escuché atentamente, sin hacer comentarios mentales. De su boca brotaron las palabras a borbotones. "Hoy recibí otra carta perturbadora. Están fraguando una venganza en mi contra, debes ayudarme, debemos luchar juntos contra ellos. Esos abogados corruptos no se detendrán ante nada, perderé mi casa, me amenazan con expropiarme". Logré entender que se negaba a pagar la cuenta de los servicios porque los administradores del inmueble no habían realizado unas reparaciones. Ellos, por su parte, amenazaban con demandar.

Habló durante cerca de diez minutos. Yo me limité a oírla en silencio. Súbitamente dejó de hablar, miró los papeles esparcidos por todas partes como si acabara de despertar de un sueño. Se calmó y dulcificó. Todo su campo de energía cambió. Después me miró y dijo, "esto realmente no tiene importancia alguna, verdad?" "No, no la tiene", respondí. Permaneció en silencio un par de minutos y después recogió sus papeles y se fue. A la mañana siguiente me detuvo en la calle y me dirigió una mirada de suspicacia. "¿Qué me hiciste? Anoche, por primera vez en muchos años, pude dormir bien. En realidad dormí como un bebé".

Pensaba que yo le "había hecho algo", pero no era así. En lugar de hacerme esa pregunta, quizás ha debido preguntar sobre lo que yo no había hecho. No había reaccionado, no había confirmado la realidad de su historia, no había alimentado su mente con más pensamientos ni su cuerpo del dolor con más emoción. Le había permitido experimentar su experiencia de ese momento, y para permitir tal cosa es preciso no interferir y no hacer. Estar presente siempre es una vía mucho más poderosa que hacer o decir, si bien algunas veces el hecho de estar presente puede dar lugar a palabras o actuaciones.

Aunque no se produjo en ella una transformación permanente, pudo vislumbrar lo posible, aquello que ya vivía en ella. En el Zen, ese destello se denomina satori. Satori es un momento de Presencia, es un instante en el cual dejamos de lado la voz mental, los procesos de pensamiento y su manifestación física en forma de emoción. Es el afloramiento de un espacio interior donde antes residían el tumulto y la perturbación causados por los pensamientos y las emociones.

Como la mente pensante es incapaz de comprender la Presencia, suele interpretarla erróneamente. Nos acusará de indiferentes, distantes, crueles y de no establecer relaciones. La verdad es que sí nos relacionamos pero a un nivel más profundo que el del pensamiento y la emoción. En realidad es que a ese nivel hay una verdadera comunión, una unión que va mucho más allá de la relación. En la quietud de la Presencia podemos sentir la esencia informe de nuestro ser y de los demás también. Reconocer la unicidad en nosotros mismos y en el otro es el verdadero amor, el verdadero interés y la verdadera compasión.

Eckhart Tolle, Una Nueva Tierra.

"El Cuerpo del Dolor de los Niños" Eckhart Tolle.


En los niños, el cuerpo del dolor a veces se manifiesta a través del mal humor o el retraimiento. El niño se torna hosco, se niega a relacionarse y puede sentarse en un rincón a chuparse el dedo o abrazado a un muñeco. También se puede manifestar a través de accesos de llanto o de pataletas. El niño grita, se tira al piso o incurre en comportamientos destructivos. El hecho de no conseguir lo que desea puede desencadenar al cuerpo del dolor, y en un cuerpo del dolor apenas en desarrollo, la fuerza del deseo puede ser intensa. Los padres podrán sentirse perplejos sin saber qué hacer y sin poder creer que su pequeño ángel se ha convertido en un monstruo en tan sólo unos segundos. "¿De dónde sale tanta desesperación?" se preguntan. Es, en mayor o menor medida, la participación del niño en el cuerpo colectivo de la humanidad, el cual se remonta al origen mismo del ego humano.

Pero el niño quizás recibió sufrimiento de los cuerpos del dolor de sus padres, de tal manera que estos podrán ver en su hijo el reflejo de lo que hay en ellos. El cuerpo del dolor de los padres puede afectar profundamente a los niños altamente sensibles. El hecho de tener que presenciar la demencia del drama de sus padres les provoca un dolor emocional insoportable, de tal manera que son estos niños quienes llegan a tener cuerpos del dolor muy densos en la edad adulta. Los padres que tratan de ocultar sus cuerpos del dolor no engañan a sus hijos. "No debemos pelear delante de los niños", dicen, pero eso sólo significa que mientras conversan educadamente, el hogar está cargado de energía negativa. Suprimir el cuerpo del dolor es extremadamente tóxico, mucho más que dejarlo manifestar abiertamente, y los niños absorben esa toxicidad psíquica, la cual contribuye a acrecentar sus propios cuerpos del dolor.

Algunos niños aprenden acerca del ego y del cuerpo del dolor por la vía subliminal, por el solo hecho de vivir con padres altamente inconscientes. Una mujer cuyos dos progenitores tenían un ego y un cuerpo del dolor muy fuertes me dijo que cuando sus padres se gritaban y se ofendían, a pesar de amarlos, ella se decía, "estas dos personas están locas. ¿Cómo terminé yo aquí?" Ya tenía la conciencia de la demencia de esa clase de vida. Esa conciencia le ayudó a amortiguar la cantidad de dolor absorbida de sus padres.

Los padres suelen preguntarse cómo manejar el cuerpo del dolor de sus hijos. La primera pregunta, por su puesto, es si están manejando el propio. ¿Lo reconocen dentro de sí mismos? ¿Pueden mantenerse lo suficientemente presentes cuando se activa para poder tomar conciencia de la emoción a nivel de las sensaciones antes de que pueda convertirse en pensamiento y, por tanto, en una "persona infeliz"?.

Mientras un niño sufre un ataque del cuerpo del dolor no es mucho lo que podamos hacer salvo estar presentes a fin de no dejarnos arrastrar hacia una reacción emocional y evitar así que el cuerpo del dolor del niño se alimente de ella. Los cuerpos del dolor pueden ser enormemente histriónicos y no hay que dejarse engañar por ellos. No hay que tomarlos muy en serio. Si el cuerpo del dolor se activó por que no se le dio gusto al niño, es preciso no ceder ante sus exigencias. De lo contrario, el niño aprenderá que "mientras más desgraciado soy, mayor es la probabilidad de obtener lo que deseo". Esta es la fórmula para la disfunción posteriormente en la vida. El cuerpo del dolor se frustrará al ver que los padres no reaccionan y seguramente exagerará su ataque un poco más, antes de tranquilizarse. Por suerte, los episodios del cuerpo del dolor suelen ser más breves en la infancia que en la edad adulta.

Conviene hablar con el niño sobre lo sucedido cuando se serene, o al día siguiente. Pero no se trata de hablarle al niño sobre el cuerpo del dolor. Lo mejor es hacerle preguntas como, "¿qué te pasó ayer cuando no podías dejar de gritar? ¿Recuerdas? ¿Cómo te sentiste? ¿Te gustó esa sensación? ¿Tiene nombre eso que te sucedió? ¿No? ¿Si pudieras darle un nombre, cómo lo llamarías? ¿Querrías hacer un dibujo para explicar cómo fue? ¿Se durmió? ¿Crees que pueda volver?".

Estas son apenas algunas sugerencias. El propósito de este tipo de preguntas es despertar en el niño su facultad para observar, es decir, su Presencia. De esa manera, el niño aprenderá a no identificarse con el cuerpo del dolor. También conviene que el padre hable con el niño acerca de su propio cuerpo del dolor, en unas palabras que el niño pueda comprender. La próxima vez que el cuerpo del dolor asuma el control del niño, se le puede decir, "ha regresado, ¿verdad?" Se deben utilizar las mismas palabras que el niño utilizó cuando habló al respecto y dirigir su atención hacia sus sensaciones. La actitud del adulto debe ser de interés o curiosidad, en lugar de crítica o condena.

No es muy probable que con eso se pueda frenar al cuerpo del dolor y hasta podrá parecer que el niño ni siquiera escucha. Sin embargo, en el fondo quedará algo de conciencia, incluso durante los momentos en que esté activo del cuerpo del dolor. Con el tiempo, la conciencia se irá fortaleciendo mientras el cuerpo del dolor se debilita. El niño estará desarrollando más Presencia. Un día quizá suceda que sea el niño quien nos señale que nuestro cuerpo del dolor ha asumido el control sobre nosotros.

Eckhart Tolle en "Una Nueva Tierra".

¿Qué Significa Hacerse Adulto?


“Hacerse adulto significa dejar de ser hijo/a, para sentirse independiente y formar un mapa de relaciones maduras, en las que te sientes el sujeto que elige, no sujeto por la imposición. Si no se puede dejar de ser hijo, porque se sigue a la espera de ser querido, es imposible ejercer la acción de escoger desde la libertad; simplemente te encuentras sumergido en amores, amistades que no has elegido y no comprendes bien qué o quién te mantiene a ellas”.

L. Casanovas, en “La memoria corporal”

lunes, 17 de octubre de 2011

Dar El Don Crea Milagros



“Aprender, enseñar, compartir con otros lo que sabemos, ya seas guitarrista, médico, artesano… o cualquier don que se tenga, darlo a otros. Gratis. Es una forma de dedicación que crea una especie de milagro, puesto que el regalo desencadena una increíble reacción positiva en los demás. Es como si en un semáforo alguien limpia tu parabrisas a pesar de que tú gesticulas diciéndole que no. Y cuando bajas el cristal echando pestes para darle una moneda, en vez de cogerla él te tiende una rosa. Te quedarás desconcertado iluminado durante todo el día”.

Alejandro Jodorowsky.

Especializado En Detectar El “Don” De Otras Personas


La Felicidad No Es Un Don, Sino Un Arte Que Hay Que Cultivar Desde El Interior De Cada Uno.

El descuido de nuestra dimensión interior es la causa fundamental de desarmonía en nuestras sociedades.Toda la gente habla de cambiar el mundo, pero no a sí misma. Ésa es la revolución que yo defiendo.

Dalái Lama.

Plano Creativo.

"Tu Don ... acéptalo"


Alejando Jodorowsky: 
Cuando vi por primera vez a la curandera Pachita, lo primero que me dijo después de examinarme en silencio fue: “Hijo querido del alma, acepta el don”. Al principio creí que al tratarme de hijo quería convencerme de que era mi madre, para provocar una transferencia. Pero luego comprendí que lo que me estaba diciendo era “Eres hijo de tu propia alma. Acéptala”. Es decir, acepta ser lo que eres y no lo que los otros te han obligado a ser. Vence al tabú: realiza lo que te está prohibido… Toda sanación nos invita a salir de la isla del Yo para aceptar la unión con el Otro. Claro está que, en la soledad de nuestra celda, es necesario que demos los primeros pasos, es decir ayudarnos a nosotros mismos hasta donde podamos: este esfuerzo creará la grieta por donde comenzarán a penetrar otras voces.

"Hijo/a querido/a del alma, acepta el don".

domingo, 16 de octubre de 2011

Acto Psicomágico Contra El Miedo A La Soledad




¿Qué Es El Miedo?

Dígame ¿Cuál es el mayor miedo de todos?

Alejandro Jodorowsky: Es el miedo a la muerte. Después hay otros como el miedo a que nos falte, es decir el terror económico, el miedo a la locura. etc.

¿Por eso acudimos a videntes para que nos lean el futuro?

Sin embargo, lo que no sabemos es que la consulta sobre el futuro revela un miedo del presente. En esencia “el hombre siempre teme perder…”

¿Cuál es entonces el camino a seguir?

El primer paso que da el ser que se ilumina es perder el miedo a morir. Aquello que nos atemoriza pierde su fuerza en el momento en que dejamos de combatirlo

Hablemos del tarot ¿Por qué el Arcano XV del Tarot de Marsella, El Diablo, está lleno de ojos?

Lo que quiere decir es que no tiene miedo de verse en su estado actual. Asume lo que es en este instante y trabaja a partir de ese punto en el que está.

¿Con qué finalidad?

Para observar sus defectos, debilidades, pereza, cobardía, etc. Si no somos capaces de vernos con humildad, nunca llegaremos a ser personas realizadas.

Vivimos rodeados de miedo, en la prensa, en la televisión…¿Por qué tienen tanto éxito esas noticias en nuestra sociedad?

Porque esas catástrofes hacen vender los periódicos y la sociedad te acostumbra a vivir en el terror, así eres un buen consumidor o consumidora.

¿Cómo se pierde el miedo?

Diciéndote: “Siempre que tengo que elegir entre hacer y no hacer, debo elegir hacer, aunque me equivoque”. Si no hago me frustro. Si hago y me equivoco, por lo menos me queda la experiencia.

¿Hay distintos tipos de miedo?

Debemos distinguir inicialmente dos clases de miedo, el miedo racional a lo objetivamente peligroso, adaptativo para la supervivencia del individuo y de la especie, y el miedo irracional que es inadaptativo y se desencadena sin causa que lo justifique.

Dentro del miedo irracional hay diferentes grados, desde el temor, hasta el pánico, pasando por las infinitas tipos de fobias.

¿Cómo nos afectan en nuestros distintos egos?

El miedo se sufre en nuestra dimensión psíquica e intervienen los cuatro egos:

El ego intelectual asocia y anticipa. Nuestro cortex gasta gran cantidad de energía y pone en funcionamiento infinidad de conexiones sinápticas para predecir lo que pasará. Si un estímulo en principio “inocente” se condicionó a otro amenazante y se desencadenó en nosotros una respuesta fisiológica de defensa ante un peligro (aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular, sudoración, etc.), la próxima vez que se presente ese estímulo inocuo, lo viviremos como peligroso. Es la teoría de condicionamiento clásico tan conocida de Pavlov.

Miedos con más carga intelectual:
*Miedo a la oscuridad
*Miedo al futuro
*Miedo a volverse loco

-El ego emocional rechaza la pérdida, porque es dependiente. El afecto y el alimento lo recibimos de la madre en nuestros primeros días de vida. Un individuo dependiente es un individuo que sintió la amarga hiel del desamparo en la infancia y se grabó en la amígdala. Las experiencias de carencia no resueltas, las reviviremos de adultos ante pérdidas de todo tipo.

*Miedo al abandono, a la soledad, a la separación, al rechazo.
*Miedo a los cambios.
*Miedo a los robos.

-El ego creativo-sexual teme la sequía, la esterilidad y el fin de la especie. La finalidad de nuestra energía libidinal es crear desde el gozo. Las prohibiciones y las limitaciones en esta área se manifiestan en el cuerpo. Todo lo reprimido crea estancamiento, acumulación y tensión.

*Miedo a la incapacidad.
*Miedo a la impotencia.
*Miedo al vacío.

-El ego material no quiere morir. Se dice que escarbando lo suficiente en cualquier miedo, nos topamos con el miedo a la muerte. (cuento del sabio y sus últimas palabras ¡No quiero morir!)

*Miedo a los viajes, a conducir.
*Miedo a las enfermedades.
*Miedo a lo desconocido.

¿Por qué a veces nos atrae lo mismo que nos da miedo?

Una parte sabia de nosotros nos impulsa a experimentar lo temido para descondicionarlo (para aprender que ese estímulo no conduce a la muerte, por ejemplo). Eso es algo positivo, pero no hay que confundirlo con la búsqueda de peligros por una compulsión al suicidio. Es el caso de los niños que en su etapa fetal recibieron la orden de “no eres querido” y se pasan la infancia jugando a ser muertos, se disfrazan de muerto en los carnavales, se exponen a peligros y de jóvenes practican deportes de riesgo…

Según Alex Rovira “El miedo es el medio de descubrir lo que necesitas encontrar” ¿Qué significa?

Para llegar a ser “lo que realmente somos” a veces pasamos algo parecido a lo que se llama “miedo escénico”. Acostumbrados a interpretar el guión impuesto por lo que los demás quieren que seamos, tememos fracasar interpretando nuestro papel original. Una reacción frecuente ante el miedo es la estampida, pero sólo afrontando lo que tememos encontraremos la joya que necesitamos encontrar: ser quién verdaderamente somos.

¿Alguna receta para combatir el miedo irracional?

Apunta estos cuatro ingredientes, siguiendo con el esquema de los cuatro egos:
-Confianza
-Desapego
-Coraje
-Experiencias positivas

Cuento sabio relativo al miedo:

Cuenta una antigua fábula india que había un ratón que estaba siempre angustiado porque tenía miedo del gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió… en un gato.
Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual comenzó a temer al cazador.

Llegado a este punto el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: “Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón.”

El mago comprendió que nada se puede hacer para ayudar a quien tiene arraigado en su corazón el hábito del temor y no hace nada para cambiarlo

Frases sobre el miedo:

“Te estás muriendo varias veces por minuto. Si superas tu miedo a la muerte, habrás conectado con la vida, con el espíritu, con el poder. ¡Eso es la salud absoluta!” Deepak Chopra

“Si estuvieras libre de todo temor, ¿sabes lo que ocurriría?: que harías exactamente lo que deseas” Khishnamurti

“El miedo es algo complejo: hace construir defensas y mantiene la sociedad sin cambios” Alejandro Jodorowsky

“Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo… y pierde su libertad. Sólo eres libre si arriesgas” Alex Rovira

“Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor”. Facundo Cabral.

Ciertos guerreros se “sacaban el miedo” antes de la batallas, raspando su piel con un cuchillo. Marianne Costa.

Para terminar, traemos aquí un acto psicomágico de Alejandro Jodorowsky relacionado con el miedo, extraído de su libro “Psicomagia”:

Gilles Farcet: Pienso, por ejemplo, en el miedo. Es un hecho reconocido que, en muchos casos, el miedo enmascara un deseo reprimido. ¿Tienes en tu archivo algún “caso” que revele y resuelva esta dinámica en sí muy banal?
Alejandro Jodorowsky: Desde luego, de esas cartas tengo muchas. Esta es clásica:
Una noche de mayo, al regreso de tu conferencia, en el portal de mí casa, me atacó un hombre enmascarado que quería violarme. No lo consiguió, pero pasé mucho miedo y seguramente concentré mi espanto en el lado derecho del cuerpo que, a la mañana siguiente, estaba como paralizado. Aquello me sentir una gran aversión hacia los hombres, no soportaba su contacto y, a veces, no podía ni estar sentada a su lado. El miedo se apoderó de mí y, si volvía tarde a casa, subía los seis pisos corriendo. Yo, que nunca antes cerraba la puerta con llave, me aislé del mundo exterior parapetándome detrás de tres cerrojos. Pero el miedo no se quedaba al otro lado de la puerta, sino que me acompañaba siempre… Tú me prescribiste un acto:

“Ve a Pigalle y compórtate como una puta. Da una excusa para no irte con los hombres que se acerquen, para no pasar al acto”. Una coraza de plomo no me hubiera parecido más pesada… Elegí un 17 de julio porque el número 17 corresponde a la Estrella del tarot y a Acuario, mi signo, con lo que me ponía bajo su protección.

No conocía bien el barrio así es que fui primero a reconocer el terreno. Por supuesto, me resultaba muy difícil interpretar ese papel, completamente nuevo para mí, por lo demás. El 17 por la noche, a las nueve, vestida con minifalda, una blusa muy ceñida, zapatos de tacón y medias de malla y muy maquillada me encaminé a Pigalle. Realmente esperaba no toparme con ningún vecino por el camino.

En un andén del metro, un hombre se acercó para preguntarme, primero, si tenía fuego, después, la hora y, por último, por una estación del metro. Yo me sentía dentro de la piel del personaje y observa lo que pasaba por mí. En Pigalle me esperaba un amigo y su presencia me apaciguó.

Me senté en la terraza de un café elegido a propósito. Crucé las piernas con descaro y encendí voluptuosamente un cigarrillo rubio, mientras observaba mi entorno. Descubrí las miradas de los hombres, ávidas, despectivas, perversas, etcétera. Mientras afrontaba aquellas miradas, notaba que en mí, en mi vientre, surgía una nueva fuerza.

Transcurrió una hora, se acercaron cinco o seis hombres que querían subir a mi casa. Me negué, pretextando una enfermedad benigna. Algunos debieron pensar que tenía SIDA.
Después de cenar con mi amigo Hervé, volví a casa agotada, pero ya no tenía miedo y desde entonces he podido relacionarme con los hombres y subir mis seis pisos sin problemas. He dejado de esconderme y me siento en paz.

Este acto me permitió descubrir que en mí coexistían varios personajes, manifestarlos, vivir mi miedo y superarlo. Experimenté una gran liberación y la confianza de que en adelante podría avanzar, seguir mi camino. Sin este acto, qué duda cabe, lo hubiera reprimido todo. Ahora siento que me he abierto.
El miércoles pasado, al volver de la conferencia, vi que un hombre me seguía. Quería acostarse conmigo. Me vino a la memoria el acto y toda la fuerza que había extraído de él. Discutí con ese hombre y pude ver el miedo en sus ojos. Tomé conciencia de mi propia fuerza y él también la sintió. Salió del edificio y yo subí a mi departamento, tranquila, confiada.

Mucho amor, alegría y armonía para ti y tu familia.”

Sobre El Nudo Narcisista


¿Podemos recordar qué era eso de los nudos?

Todo niño recién nacido es un genio en potencia. El problema aparece cuando empezamos a imponerle límites que le crean “falsas identidades” y que impiden su expansión. Esos límites marcados por la familia, la educación, la cultura y la sociedad son los nudos…

¿Cómo se detecta el nudo narcisista?

Si observas que cada generación repite los nombres de la anterior, estás frente a un árbol genealógico narcisista, en el que cada generación repite los destinos de sus antepasados. Las repeticiones son como “contratos inconscientes” que limitan la libertad y que firmamos por el simple hecho de llevar un nombre determinado.

¿Nuestro nombre es un contrato con el que cargamos?

Junto con el nombre se nos transmite una identidad, un límite a nuestra libertad que puede condicionar nuestra vida. Evitemos por tanto los nombres de los antepasados, de antiguos novios o novias y de personajes históricos o novelescos. Todo nombre repetido es como un contrato al que le hacemos una fotocopia, cuando en el árbol genealógico hay muchas fotocopias el nombre pierde fuerza y queda devaluado.
Más información sobre los nombres…

¿Qué problema puede haber en que un padre y un hijo lleven el mismo nombre?

Cuando en el mismo territorio hay dos machos con el mismo nombre aparece un conflicto, que hunde sus raíces en el cerebro reptiliano, y provoca que los dos machos compitan por la hembra. También puede significar que la madre es “castradora”, por tanto castrará simbólicamente al padre y convertirá al hijo en su nueva pareja.

¿Sucede lo mismo en el caso de una hija y su madre?

Si a la hija le pusieron igual nombre que a la madre, estará en incesto (figurado) con su padre; si le pusieron el nombre de su abuela paterna, su padre esperará que su hija sea tan “grande” como lo fue su propia madre.

¿En que se basa el nudo narcisista?

El nudo narcisista intelectual se basa en repetir lo igual a nosotros. Sólo acepto, solo me relaciono, sólo me atrae del mundo lo que sea el reflejo de mi propio pensamiento. Si me llamo Antonio, busco a una pareja que se llame Antonia, que tenga mi misma profesión, que comparta mi forma de pensar, que tenga mis mismas ideas y que haya nacido mi mismo año. En este nudo, bajo ningún concepto, aceptamos que se nos contradiga.

¿Cómo se manifiesta este nudo en los otros tres egos: emocional, libidinal (sexual-creativo) y material?

-Hablamos de narcisismo emocional cuando buscamos el aplauso y el amor de los otros sin ser capaces de amarnos a nosotros mismos. Tal vez nos resuene la frase: “No es que ya no me quieras, es que no quieres a nadie”.

-En el narcisismo sexual-creativo el máximo placer se encuentra en la masturbación sólo o acompañado. Otra expresión que puede salir de los labios de un narcisista libidinal: “No es que no me desees, es que eres frígida (o impotente)”.

-El narcisismo material es reconocible en aquellos que dicen: “Mi obra soy yo” Nos preocupa nuestra apariencia corporal, nos identificamos con nuestras posesiones: casa, coche, incluso nuestro perro se nos parece. Y otra frase que podemos escuchar: “No es que no quieras compartir nada conmigo, es que eres una (o un) egoísta”.

Queda claro que los efectos del nudo narcisista son terribles…

Así es. El nudo narcisista intelectual impide escuchar al otro, el emocional hace inviable la relación afectiva, el libidinal lo aísla en un búnker de autoerotismo que bloquea la relación en pareja y el material le hace crecer limitadamente para adentro y echar raíces en una isla reseca.

Para profundizar sobre el efecto de este nudo…

¿Cómo se construye este nudo?

Desde la familia se nos educa repitiéndonos: ¿Te crees superior? o ¿Por quién te tomas?

Para profundizar…

Pasemos a un ejemplo: ¿Luís XIV (1638-1715) tenía un enorme nudo narcisista?

Los datos lo confirman sin sombra de duda:

-Hay catorce reyes llamados Luís en 160 años en su árbol genealógico.

-Sobrenombre: El Rey Sol. El sol es el centro, es tener una identidad ego-céntrica.

-Coleccionista de espejos (llegó a poseer más de 500). Un espejo es siempre un objeto valorado por los que tienen este nudo.

-Luis XIV no compartió el poder y no aceptó ninguna limitación a este. El narcisista no ve al otro, ve su reflejo en el otro.

¿Qué significado tiene un árbol genealógico donde hay una repetición compulsiva de los nombres de Maria y José?

En las sagradas escrituras, Maria es representada como frígida, sin sexualidad y José es un viejo impotente. Son nombres que esconden un ideal de perfección, pureza y castidad. La perfección siempre resulta paralizante…

¿Qué hago para sanar el nudo narcisista?

Descubrir a los otros. Alejandro Jodorowsky ha expresado en varias ocasiones que hay un narcisismo positivo. Cuando un narcisista obtiene mucho placer al ayudar a la gente, ha transformado su problema en algo positivo que sana a los demás. Es lo que debemos hacer con todos los nudos, transformarlos en semillas de las que florezcan obras buenas para la humanidad.

Diferencias entre el nudo narcisista y el nudo sanado…

¿Cuándo puede uno considerarse completamente sanado?

Cuando dejamos de repetir los mismos síntomas una y otra vez, cuando nos salimos de la locura de la repetición.

Plano Creativo.

Tirada De Tarot Para El Mes De Octubre (2011)


LA TIRADA DEL MES

Tu sueño te ha arropado por años, albergar deseos y proyectos te ha dado seguridad, pero llega el momento en que sueños, deseos y proyectos piden materializarse. No podemos quedarnos eternamente de espectadores ante la vida, ella misma nos llama a ser protagonistas.

Los arcanos muestran que el alma pide a gritos liberarse. ¿Te atreves a escuchar tu voz interior y darte permiso para realizarte a todos los niveles? ¿Qué aspiración surge desde el fondo de tu ser queriendo concretarse?

¿Vas a darle una oportunidad? Empieza a caminar con paso firme y determinado hacia aquello que quieres experimentar. Aunque se despierten dudas e incertidumbres, permanecer indefinidamente pensando y no pasar a la acción nos ancla en un limbo de ideas y fatuas ilusiones y nos aleja de vivir plenamente nuestros anhelos.

Dice el Maestro, “entre hacer y no hacer, haz; al menos tendrás la experiencia”.

¿Crees que es imposible? Pues, recuerda que las creencias son meras construcciones mentales y acuérdate que no eres los pensamientos que habitan tu mente. Cuando rompemos la cárcel mental que hemos edificado a lo largo de años, la alegría vital nos invade y una fuerza inusitada nos empuja a renacer. Lo que había sido un lejano sueño se convierte en tierra fértil. No juzgues lo que puedas hacer hoy, ¡hazlo! Todo lo que avances hacia tu intención, te acerca a ella, ¿a quién le importa cuánto tardes?

Vive a fondo cada instante, disfruta el camino, comparte tu gozo, confía y no quieras controlar hasta el último detalle de cómo va ser el trayecto.

Si únicamente abrimos los ojos a aquello que nosotros diseñamos, perdemos muchas oportunidades que aparecen al vuelo bajo formas no imaginadas.

OCTUBRE nos anima a re-descubrirnos, somos simultáneamente semilla y fruto. Lo que tú de ti entregues, a ti mism@ te alimentará.

© Tubi Tubau
Taróloga y consultora personal
LINK A DATOS TUBI TUBAU
ENTREVISTA A TUBI TUBAU
Blog SINCRONÍA

viernes, 14 de octubre de 2011

Reflexiones con Sentido del Humor.


1. La verdadera felicidad está en las pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate, una pequeña fortuna…

2. Algunas personas están vivas solamente porque el asesinato es ilegal.

3. Si buscas una mano dispuesta a ayudarte, la encontrarás al final de tu brazo.

4. El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer se le desarrollen ambas condiciones.

5. Si la vida te da limones, pide sal y tequila.

6. Pez que lucha contra la corriente, muere electrocutado.

7. Tener conciencia limpia es signo de mala memoria.

8. El que es capaz de sonreír cuando todo le está saliendo mal, es porque ya tiene pensado a quien echarle la culpa.

9. El que se ríe último, es porque piensa más lento.

10. El tiempo es el mejor maestro, desgraciadamente mata a todos sus alumnos.

11. Si no puedes convencerlos, confúndelos.

12. El amor eterno dura tres meses.

13. El dinero no hace la felicidad… la compra hecha.

14. Hay un mundo mejor… ¡pero es carísimo!

15. La esclavitud no se abolió, se cambió a 8 horas diarias.

16. Si la montaña viene hacia ti… Huye rápidamente ¡¡Es un derrumbe!!

17. La psiquiatría/psicología es el único negocio donde el cliente nunca tiene la razón.

18. Todo tiempo pasado fue anterior.

19. Está muriendo gente que antes no moría.

20. Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro.

21. Y finalmente: No te tomes la vida tan en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.

Un chiste de esos inocentes niños.

"Cesa De Vivir Pidiendo".


Cuanto más entreguemos más recibiremos, pues mantendremos circulando en nuestra vida la abundancia del universo. En realidad, cualquier cosa que tenga valor en la vida no hace más que multiplicarse cuando se entrega. Si hay algo que no se multiplica por la entrega, es que no vale la pena entregarlo ni recibirlo. Si sentimos que hemos perdido algo por el acto de entregar, es que el don no ha sido entregado de verdad y no generará incremento. Si entregamos algo a regañadientes, no existe una energía detrás de la entrega.

Lo más importante es la intención que se encierra detrás de nuestra entrega y de su recepción. La intención siempre debe ser crear felicidad para el que da y para el que recibe. La intención debe ser tal que sintamos alegría por el hecho mismo de entregar.

La práctica de la Ley de la entrega es muy sencilla en realidad: si queremos tener alegría, entreguemos alegría a los demás; si queremos amor, aprendamos a entrega amor; y así con la atención, el aprecio... y también con todas las cosas materiales, el dinero. En realidad, la manera más fácil de recibir lo que se desea es ayudar a los demás a recibir lo que desean.

Si queremos recibir la bendición de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a otorgar calladamente a los demás la bendición de todas las cosas buenas de la vida.

De "Las Siete Leyes Espirituales" de Deepak Chopra.

jueves, 13 de octubre de 2011

"Los Cuatro Acuerdos de la Sabiduría Tolteca"



1. No supongas
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles
que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.

2. Honra tus palabras
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo;
si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo,
es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico y te hace respetable
ante los demás y ante ti mismo.

3. Haz siempre lo mejor que puedas
Si siempre haces lo mejor que puedas,
nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

4. No te tomes NADA personal
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.


Según la tradición Tolteca, poniendo en práctica estos cuatro acuerdos tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello. En la medida en que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de Él y no tuyo. Aprovecha y hazle reflexionar. 
Teniendo en cuenta estos acuerdos, sin duda nuestra vida será más sencilla y satisfactoria, para nosotros mismos y para las demás personas que nos rodean.

Extraido del cuaderno de trabajo de Los Cuatro Acuerdos de Dr. Miguel Ruiz.

miércoles, 12 de octubre de 2011

"Una Historia de Dolor y de Magia".



Mi Inconciente, Mi Familia.

- “Descubrí que no soy homosexual”. Le dije a Jaime, mi marido, llegando de una clase de psico genealogia, mientras me lavaba las manos en el baño y el me miraba desde la puerta como si le hubiese comentado del clima, calmado y neutral como es su forma de ser en todo ámbito de la vida, y supongo que esperando a que terminara de confesarle los detalles sobre mi incuestionable descubrimiento acerca de mi inclinación sexual.

¿Tu sabes como se programan los homosexuales?. Todo comienza en una idea, desde la mente. En la clase de hoy Gabriela, la guía del taller, me pregunto a quema ropa, previa advertencia que fuese sincera, si me gustaban las mujeres. Le dije que no luego de pensarlo por unos segundos porque jamás había puesto en tela de juicio cual es mi preferencia carnal, se daba por sentado. Sin embargo mi elección sexual estaba en peligro de no ser real dentro de mi contexto familiar.

Las mujeres de mi familia materna han marcado presencia aplastando sin piedad a los hombres con los que se han emparejado. Un ejemplo es mi madre, de carácter dominante, caprichosa y manipuladora, quien nunca le dio espacio a mi padre para expresarse libremente porque estaba convencida de que era de una raza inferior, consideraba que su cerebro era del tamaño de un mosquito, y su actuar era demasiado mediocre y vulgar al lado de su estampa real. Ese pobre hombre fue el blanco constante de sus corrosivas críticas, imponiendole sus juicios lapidarios y opuestos a lo que sea que el pensara, sin que el osara a contradecirla, ya que en ese caso ardía Troya con todos nosotros adentro. A mi padre nunca lo vi defenderse, ni nunca defendió a mi hermano ni a mi de los ataques virulentos de mamá, y su arma de sobrevivencia fue la ausencia, llegaba muy tarde por las noches y los fines de semana inventaba lo que fuera para salir arrancando a la calle y no estar en mi hogar. En ese contexto familiar, mi imagen de los hombres no podía ser peor, razón por la cual, lo supiera o no, mi inclinación natural e inconciente al emparejarme sería hacia un ejemplar humano que fuese digno de mi admiración. Los hombres ejemplificados en la figura de mi padre, estaban condenados a ser descartados por su debilidad y cobardía ante la fuerza de las mujeres, que en mi familia, son todas de temperamento violento y suelen estallar con mayor fuerza con los hombres que tienen el valor de acompañarlas. Para la buena fortuna de ellas, masoquistas hay en todas partes del planeta. Y para la tuya, tampoco me impresionaron de buena manera las mujeres.

- ¿Y yo soy gay?. Me pregunto mi marido, disimulando una sonrisa.
- No lo sé, la única manera en que puedes saberlo con certeza es probando hacer el amor con un hombre.
Sus dudas y la sonrisa se le borraron al instante.

Un sábado luego de almorzar, le conté a Jaime que había terminado de armar mi árbol genealógico, el que había traspasado cuidadosamente a un gran pliego con todos los datos que pude recaudar. Fui a buscar mi obra de arte y comencé a desglosar su contenido:

Este es mi lado paterno, tengo todos los datos hasta mis cuatro bisabuelos, mi papá tiene 11 hermanos, de los cuales solo uno ha muerto, le dio cirrosis consecuencia de su trabajo, estaba a cargo de una inmensa viña de finos vinos en el sur del país y tenía la tendencia de probarlos todos. El resto de sus hermanos están vivos, están viejos pero son sanos, fuertes, y los que conozco de cerca, tienen buen corazón. A mi abuelo no lo conocí, murió cuando sus hijos aún eran unos niños y mi abuela se hizo cargo de ese batallón. A ella tu alcanzaste a conocerla, le caías muy bien y era mi adoración, una matriarca amada por sus hijos e innumerables nietos, una mujer hermosa, acogedora, fuerte y cariñosa.

Y a este otro lado, esta mi familia materna, no tengo ni un solo dato de mis bisabuelos, mi abuelo murió cuando yo era una niña, lo recuerdo postrado en una silla de ruedas con media cara caída y paralizada, era enfermo de parkinson y lo observaba curiosa desde el último rincón de la mesa, porque demoraba una eternidad en llevar una temblorosa cucharada de sopa a la boca, la que llegaba sin contenido sobre ella, y vuelta a comenzar su odisea sin que nadie se ocupara de ayudarlo. Murió cuando yo tenía nueve años. Mi abuela vivía en una casa que parecía un calabozo, oscuro, húmedo, el suelo con cartones y sin pintar las paredes de cemento, solo tenía una ventana y era tan miserable como su corazón, recibía dinero de el arriendo de tres propiedades de las que era dueña, pero no sé que hacía con el porque su casa se caía a pedazos y mi padre le llevaba comida y pagaba para que la cuidaran, no le gustaba recibir gente y solo hablaba de los demás despotricando hacia su apariencia física, curiosa manía viniendo de ella, quien al parecer no usaba espejos en su celda: tenía joroba, tres dientes flojos en la boca y era casi pelada, sus largos y delgados pelos dejaban entrever su cráneo, el que disimula con un tomate en la coronilla. Su vida giraba en torno de inventar mentiras peligrosas en que implica a los demás en infidelidades o faltas inexistentes, vivió hasta hace poco, y solo fueron cuatro personas a su funeral, yo no asistí porque lo realizaron dos de sus hijas como un trámite que tenía que hacerse con rapidez. Este matrimonio tuvo cuatro hijos y mi madre, la mayor, es la única muerta hace once años. Murió de una enfermedad autoinmune muy extraña y casi inexistente en la literatura médica, se le formaron varias bolsas de aire en su estómago repletas de toxinas que crecían sin piedad, si reventaba una, su muerte era inmediata. Al final de sus días esas bolsas venenosas ocupaban el espacio de sus órganos vitales y su cuerpo colapso. La acompañé hasta su último respiro y tenía la sensación de que lo único que quería era desaparecer de esta tierra. Su hermana que la sigue, vive en el norte del país, es mentirosa profesional, ambiciosa y altanera, mi otra tía vive en un balneario de la costa, es obesa mórbida, anda postrada en una silla de ruedas y es fanática religiosa, solía recitar la biblia en cada frase que salía de su boca, texto que se sabe de memoria con sus infinitos números, nombres y versículos, y quien al vernos, evocaba inmediatamente a Satán convencida de que sus maleficios caerían sobre todos nosotros, pecadores mundanos sin perdón de dios. Cuando aun no terminaba de describirnos el purgatorio al que seríamos expuestos por los pecados proyectados desde su mente, aparecía mi primo y al verlo salía corriendo con un hacha en la mano detrás de el, un joven rebelde, grosero al hablar y contestador, el que alcanzaba a cerrar la puerta de su pieza justo en el momento en que quedaba el hacha enterrada en el centro de la madera. El otro hermano de mi madre vive fuera del país y tiene fama de ser mujeriego, vividor y alcohólico. Mi primo, el del hacha, supe que estaba siendo procesado por tráfico de drogas y otros délitos, y las dos hijas de mi tía del norte, son depresivas y han intentado suicidarse un par de veces sin lograrlo.
- “Viene de buena cuna”. Fue el comentario de mi marido, al terminar de recitarle el resumen de mi familia.

Me reí de buena gana, como siempre lo hago ante las ocurrencias de este hombre que me acompaña hace muchos años endulzando cada instante de mi vida con su gracia, belleza y bondad.

Me trajo muchos problemas el pertenecer a esta desquiciada familia, sentí la desesperanza hasta los huesos, con toda la carga emotiva que recibe un niño expuesto al cuidado de quienes no saben la tortura que es absorber, como yo lo sentía, toda la maldad del mundo. Sin embargo debo confesar que nací bajo una buena estrella. Mi conciencia venía con la preparación adecuada para hacer frente y contrapesar este descalabro genealógico. Mis ojos estaban puesto en la belleza de la vida, resonaban en mi corazón palabras que no eran parte de mi experiencia: alegría, amistad, verdad, riqueza, confianza, dulzura, magia, amor. El saber la existencia de esos profundos sentimientos y dones determinaron el curso y la elección de mi destino.

Una historia de Abandono y Dolor.

Y en ese destino abierto a machetazos desde la densa selva de mi inconciencia, están mis amigas del alma, mis confidentes y aliadas en esta vida.

A Churi la conocí hace un año atrás, una mujer colombiana, muy hermosa, dulce y enrollada. Asistíamos a un taller de psicomagia y psicogenealogía donde nos sumergíamos en el inconciente familiar haciendo un catastro del daño causado en nuestra siquis por nuestros ancestros. La conocí todavía buscando una buena razón que la convenciera de que su vida no era la ruina que sentía que era.

Su padre es el principal actor de su melodrama. Un argentino prepotente, autoritario y distante, pero que en su mas tierna infancia fue relativamente cariñoso con ella. Era la menor de tres hermanas y la única que le actuaba con fidelidad a el, era sumisa y aguantaba sus gritos sin contradecirlo, todo lo opuesto a lo que hacían sus hermanas mayores. Sus padres se detestaban sin disimulo y las peleas estaban a la orden del día. Dentro de ese ambiente emocional y el próspero negocio familiar, situado en el centro de Bogotá, Colombia, en el que fabricaban pastas caseras con la recetas de sus abuelos italianos. Así creció mi amiga adorando a sus padres y jugando con inocencia al lado de sus hermanas.

Lo que nunca imagino es que su padre la querría hasta los 11 años, momento en que este decidió emprender nuevos rumbos al lado de una mujer veinte años mas joven que su madre, empleada de su local de tallarines y quien no tenía en sus planes acarrear hijastras a su nuevo estatus de mujer casada, razón mas que suficiente para exigirle a su marido borrarlas de la faz de la tierra, o si eso no era posible, por lo menos no nombrarlas ni verlas nunca mas.

Ahí comenzó el verdadero calvario de mi amiga. Su madre no pudo superar la perdida de su infiel marido y se sumergió en el oscuro mundo del alcohol. Las tres niñas tuvieron que enfrentar la vida a tientas, solas, sin estructura, reglas, cariño, ni guía.

El padre enceguecido por la pasión que le despertó su nueva conquista, se fue a Ecuador a rehacer su vida con su joven mujer, pero a los cuatro meses decidió volver a Colombia y adueñarse del negocio familiar que habían construido junto a la madre de Churi. Se deshizo de su ex familia como quien lo hace de un envoltorio usado, las cuatro mujeres descendieron en la escala social de un día para otro porque el patriarca se las arreglo con resquicios legales para abandonarlas también en lo económico. Dos años le hicieron frente a la difícil situación, donde había estropicio por doquier, no iban a la escuela, estaban mal alimentadas, vivían amontonadas en una pieza, y por si no fuese suficiente ese mal sueño, la madre de Churi se involucro en una tormentosa relación con un alcohólico. En una de sus muchas peleas con este hombre y sin previo aviso a sus hijas, le pidió dinero prestado a su ex marido para comprar unos pasajes de avión, quien gustoso le entrego la cantidad necesaria, recalcándole muchas veces que no les costearía el viaje de vuelta. El destino estaba a su favor arrancando de raíz a su prole del camino. La madre de Churi al tener el dinero en su poder, embaló lo poco que tenían y le comunicó a sus hijas que volvería a Chile, su país de origen y en donde vivían sus padres, buscaría en esas lejanas tierras salvarse de tanta agonía, ansiaba refugio y consuelo. Las jovencitas aterrizaron en casa de unos abuelos que casi no conocían, se sentían pasadas a llevar y se encargaban de hacerles la vida imposible a ese antiguo matrimonio revelándose ante cualquier imagen de autoridad. Tenían su vida y corazón puestos en Colombia, las tres tenían novio y se les iban los días con sus noches llorando por ellos, querían volver a lo poco que tenían, sin que nadie las escuchara ni les diera en el gusto. La madre de Churi, al mes de estar en Chile se reconcilió por teléfono con su pareja, rapidamente armo su maleta y se despidió de sus hijas haciendo oídos sordos ante las miles de suplicas para que no se fuera, pero nada la detuvo ante la urgencia de su amor. Dejó a sus hijas al cuidado de sus padres, despechadas, furiosas y aún mas asustadas.

Frente a este nuevo escenario, las tres llamaron a sus respectivos novios para pedirles asilo en sus casas. A Churi y su hermana mayor les resulto el trámite, la del medio no tuvo la suerte de sus hermanas y tuvo que quedarse con sus abuelos quienes estaban superados por estas desordenadas jovencitas que no oían a nadie y les resultaban abominables. Fue así como Churi comenzó a los 14 años de edad su vida de adulta. La aceptaron en esta casa, le daban alimento y podía dormir con su novio, pero a cambio tenía que hacer todos los quehaceres domésticos de la casa a punta de gritos y puntapiés de su suegra. Durante un año aguanto los abusos de su suegra, hasta que se le agotó la sumisión. Busco trabajo de recepcionista, que no le costo encontrar porque es muy inteligente y bella, y para aumentar sus ingresos realizaba clases de aeróbica haciendo gala de su excelente estado físico. Al poco tiempo saco a su novio de esa casa y arrendaron una pieza lejos de esa infernal mujer.

Un día su pareja salió de copas con dos amigos, el novio de la hermana mayor de Churi y un joven que andaba metido en líos con la mafia de la cocaína. Al parecer tenía una deuda pendiente y sus proveedores ya no estaban dispuestos a esperar más tiempo el pago de sus servicios, su plazo estaba vencido, y si no tenía dinero, ellos encontrarían la forma de contrarrestar la pérdida. Fue así que en la calle, a plena luz del día y a vista de todo el mundo, paso un auto disparando con una metralleta al grupo de jóvenes, matando al deudor, al novio de Churi y quedando muy mal herido la pareja de su hermana mayor.

Ese nuevo duelo la hundió nuevamente, no tenía a nadie en este vasto mundo que le prestara un hombro ni la consolara. Solo contaba con su hermana mayor quien no podía contenerla porque el amor de su vida se debatía entre la vida y la muerte. De sus padres hacía mucho que no sabía de ellos. Su hermana del medio al saber lo sucedido partió a buscarla a Colombia, país en el que mi amiga ya no quería estar, traumada por la violencia que veía a diario, por la muerte de su joven pareja y por su pasado cargado de dolor, ausencias y abandonos.

Aquí en Chile ha tenido una vida relativamente feliz, termino el colegio y estudió diseño de ambientes costeada por su hermana que se había estabilizado en lo económico y ya estaba de vuelta en su tropical país, desarrollo su talento por ese arte y lo aplico con maestría en su encantadora casa. Se caso con un buen hombre, el padre de su hijo, pero nunca hubo satisfacción, pasión ni plenitud en esa relación. No sabía que estaba sucediendo en su interior, se encargaba de su hogar, de su marido y estaba sumergida con diligencia en las actividades que conlleva la maternidad, pero llevaba un gemido en su alma, andaba triste y sentía una desolación que le costaba analizar y describir. Pensaba que era su tormentoso pasado repleto de desolación, abusos y negligencia el que seguía causando estragos en su casi perfecta vida que le había costado un mundo construir. Busco ayuda para desenredar el nudo que tenía atascado en su garganta y que no la dejaba respirar, encaminándose por la vía espiritual. Comenzó a meditar y a entrar al oscuro espacio de su interior. Esa auto contemplación la ayudo a tantear en su corazón, dándose cuenta que no amaba a el buen hombre que la acompañaba. Le tenía cariño pero además sentía cosas inexplicables hacia el. Decidió separarse y al comunicárselo, el le revelo la verdadera causa de su insatisfacción, en un minuto de absoluta apertura y sinceridad el le reconoció que era homosexual.

Este nuevo revés la devolvió a la rabia primigenia, estaba cansada de andar en este tortuoso camino que es la existencia, sentía que no tenía ni un control sobre su vida, ni el mundo que la rodeaba. La ahogaba un resentimiento ciego hacia sus padres, los culpaba y maldecía por su mala suerte todos los días al abrir sus ojos y encontrarse respirando dentro de su piel. Pero con igual intensidad su alma anhelaba lo que nunca tuvo, y en ese desesperado intento por sentir el amor y los ojos puestos en ella, viajaba a ver a su padre a Colombia. Este hombre la recibió un par de veces en su casa prohibiéndole nombrar la palabra “papá”, no podía dejar entrever a sus hermanastras ni la mas minima señal del verdadero parentesco que los unía. Esa exigencia la impuso su madrastra quien se encargo de borrar todos los recuerdos y registros del pasado de su esposo, y el no quería tener problemas con ella. Si aceptaba esa condición podía visitarlo. Churi, sedienta de amor, acepto entrar a ese tóxico círculo como una amiga de la familia, una conocida del negocio de las pastas. Esas cuidadas escenas le generaban una angustia galopante y solo aumentaban la rabia en su corazón, sentía rabia de amar.

Hace 8 años atrás busco a su mamá, la enfrento con furia haciéndole ver todo el daño que le había causado. A esa altura esta mujer había entrado en el mundo de los vivos, volvió a Chile, estaba separada del alcohólico y había superado su adicción. Fue ella quien con humildad, reconoció todas sus faltas ante su hija y le pidió perdón por todo lo que a ella le correspondía. En el curso de los años, a punta de muchas recriminaciones y lágrimas han ido suavizando y reparando la relación, pero el conversar una y otra vez con su madre todo lo sucedido no le ha entregado la paz que buscaba. Su cuerpo emocional seguía siendo el de la niña de 11 años, estaba atrapada en otra dimensión, su golpe mas duro fue el inicial, el que le dio su padre, porque su abandono le robo su infancia y determino su suerte.

Hace poco vino a Chile Alejandro Jodorowsky, escritor chileno, actor y experto en genealogía. Fuimos todo un día sábado a practicar la psicomagia, disciplina creada por este mago, que ayuda mediante teatrales actos a entender, desandar y desterrar del cuerpo los entuertos familiares que arrastramos por generaciones como un esquema aprendido para repetir con la descendencia, perpetuando por los siglos de los siglos la inconciencia y el sufrimiento de la humanidad. No solo nos influye el ejemplo de nuestros padres en la cotidianeidad, además se nos filtran las fechorías, los vicios y traspiés de nuestros antepasados en el inconciente actuando de manera tangible en nuestros pensamientos, emociones, decisiones y actitudes. Esas energías actúan de manera subterránea, tal como lo hace la sangre que corre por nuestras venas.

Previo al almuerzo pudimos hacerle preguntas a Alejandro, Churi fue la primera en tomar el micrófono y le planteó lo que le sucedía. Por lo bajo había escuchado tres veces antes la misma pregunta en el curso con Gabriela, pero no lograba captar en su corazón lo que su mente hacia tiempo lograba entender.

- Me acabo de contactar con una hija de mi papá que no conocía … En mi infancia mi padre me abandono, …. ¿qué se hace cuando a uno la han negado y mantenido oculta toda la vida?.

- “Mira a toda esta gente”. Le dijo Alejandro, y ella los miro, eran por lo menos 300 personas. Te das cuenta de lo egoísta que eres, ahora plantea la misma pregunta pero de una manera en que le sirva a todos ellos.

Churi se quedo unos segundos en silencio, me di vuelta a mirarla porque estaba a mi espalda y la vi tranquila. Cuando pudo hablar dijo: ¿qué se hace cuando un niño a sido abandonado por su padre?.

- A la tarde trabajaremos en eso. ¿Cuál es la siguiente pregunta?.

Nos fuimos a almorzar quedando su respuesta pendiente. Se nos unió Marco, su pareja desde hace 3años y mientras caminamos al restaurant dijo:

- P… el viejo pesado, que le costaba responder, todos los que vinieron después de mi le hicieron preguntas personales y no les dijo nada. Estoy enfurecida.
- En serio?, no se te nota. Le dije contemplando su asombrosa capacidad de disimulo.
- Si lo estoy, viejo de mierda. Lo único que quiero es irme de aquí.

Nos sentamos en la mesa y analizamos con Marco su situación.

- Alejandro representa en tu mente a tu padre, es tu proyección inconciente, y al exponerte de esta manera tan poco contenedora en tu dolor, te descoloco y despertó tu rabia latente, tal como ha sucedido en los encuentros con tu padre, en que la indiferencia hacia ti y tu mundo emocional es total. Pero no es personal y te manejaste muy bien, como una adulta.

Churi se fue calmando y mientras intentaba tragar el almuerzo, me contó que tenía contacto con una de sus hermanas del actual matrimonio de su padre. Se conocieron por facebook, vive en Argentina y ella ya sabía de la existencia de sus medio hermanas. Lo sospechaba sin saber de donde venía esa corazonada y comenzó a averiguar, pero el tema esta prohibido en su casa, si lo menciona su madre arma mayúsculo escándalo para diluir el tema entre los gritos. Su hermana tampoco hablaba maravillas de su padre, le contó que se comportaba a diario como un neurótico y era muy mal tratador. Nada que ya no supiera. Además me contó que tenía planeado un viaje a Colombia, había trazado un plan con lujo de detalles para confrontar a su papá, no había ni un cabo suelto. En su mente tenía todo perfectamente planificado para cuando estuviese frente a el.

- Y que esperas de este encuentro. ¿Cual sería la reacción ideal de tu padre para que tengas que sanar y soltar este tema? ¿Qué es lo que tiene que hacer el?. Le pregunté.

- Me tiene que pedir perdón.

- Pero Churi, te das cuenta que tu papá es inconciente de todo lo que te ha hecho y no dejas de describirlo como un ser inhumano, no solo te ha dañado a ti, le ha arruinado la vida a tus hermanas y hasta donde tu sabes, las hijas de su actual matrimonio sufren los mismos traumas que ustedes debido a su mal carácter, falta de compromiso y amor, sin haberlas abandonado fisicamente. No esperes que te pida perdón, con suerte te va a escuchar. Las posibilidades de que suceda lo que tu mente esta pensando son mínimas.

- Lo sé. Fue su respuesta.

En esta vida he aprendido a ser optimista y lo practico a diario, pero no soy ciega a las debilidades de la humanidad. Tenía mis reparos ante su postura, mi amiga estaba decidida a realizar su acto psicomágico de confrontación, pero no podía planear la reacción de su padre. Ya había sufrido lo inimaginable, la veía sumergida en las secuelas del desamor, sus inseguridades la acosaban, carecía de defensas contra el mundo exterior, y si nuevamente colocaba en manos de su padre su felicidad, era colocarse al borde del abismo.

La Psicomagia de Confrontación.

Pero nada la detuvo, se fue a Colombia y al volver nos juntamos en un café de Providencia, tenía novedades y me las tenía que contar en persona.

Llegando a Bogotá junto a su pareja, su hijo y su madre, se hospedaron en casa de su hermana del medio, una talentosa artista dedicada a crear marionetas y esculturas. Su casa era un desorden monumental, tres días le tomo asear y poner orden en ese hogar para comenzar a desplegar su mágico plan. Luego de muchas llamadas inconclusas, en que no le salía la voz al escuchar las voces que surgían del otro lado del teléfono, pudo realizar la llamada para concertar la cita con su padre. Le pidió que se juntaran en un café a conversar cinco minutos. Este con la frialdad de costumbre le dijo que lo pensaría y la llamaría al otro día de vuelta. Mientras el padre pensaba si quería ver a su hija, Churi realizaría la primera etapa de su reparación.

Salio a comprar la vestimenta para su acto, tenía que vestir como una niña y no había podido dar con el ropaje adecuado. Camino dos cuadras y entró a una tienda de ropa usada, la primera prenda que descolgó era un vestido rosado que le quedaba perfecto, miro al suelo y unas zapatillas que desplegaban unas ruedas para quedar como patines eran de su número. El universo le daba guiños apoyándola para que no se desanimara en el intento. Le había encargado a su hermana mayor, quien aún sigue casada con su primer novio, el de los balazos, que le ampliara una foto del rostro de su padre. Esta tenía una postura escéptica y burlona, se reía de las ocurrencias de su hermana, no le daba ni un crédito a la psicomagia ni a estas tonteras esotéricas tan de moda, pero al ver la determinación de su hermana, decidió cooperar.

En el living de la casa, colocaron dos sillas una al lado de la otra, en una se sentaría su madre y en la otra estaría metafóricamente su padre. Rellenaron las ropas del ex marido de su hermana artista, lo sentaron y le colocaron la foto ampliada de la cabeza del papá. Entre bromas y risas, estas cuatro mujeres armaron la escenografía. Churi se fue a vestir y su hermana mayor la peinó con dos trenzas. Se miraron las dos juntas frente al espejo y se emocionaron, el tiempo retrocedió, en el espejo estaban reflejadas las niñas que fueron hace 30 años atrás.

Churi se presento en la sala en donde la esperaban sus padres, al verlos ella les dijo:

- Esta niña que ven acá, ya no va a existir más. Ahora voy a vivir desde la mujer que soy.
Y comenzó a sacarse prenda por prenda hasta quedar completamente desnuda.
Acto seguido su mamá le dijo:
- Le doy la bienvenida a la mujer adulta y sabia que eres. Pero debes saber que quiero a la niña que esta en ti, le tengo una gran admiración. Cuenta conmigo para todo lo que necesites en esta vida.

Se abrazaron y por sobre el hombro Churi miro a su padre, no sabe si es producto de su imaginación o fue real, pero este hombre de papel le cerró un ojo en señal de aprobación. La mamá la ayudo a colocarse una bata y juntas fueron a enterrar la ropa que representa esa sufrida niñez, sepultando un pasado que ella sintió como una eternidad.

Al otro día su padre no daba señales de vida. Pasadas las cinco de la tarde terminaba de transcribir y mejorar el discurso que tenía pensado decirle, en ese instante miró a Marco y le pidió que la acompañara. Le pidió el auto prestado a su hermana para poder llegar antes de las seis de la tarde al Rigoletto, el local de pastas que había sido de su familia hace 30 años atrás. Fuera de toda posibilidad de llegar a tiempo por la distancia y la congestión del tránsito llego a las seis en punto a la tienda. Estaba cerrada, pero igual se bajo cargando una pesada mochila , dejándole a Marco la misión de estacionar. Dentro del negocio estaba su papá sacando las cuentas de las ventas del día. Golpeó el vidrio y este la miró extrañado, le costo reconocerla, cuando por fin cayo en cuenta de quien era esa mujer, le hizo señas para que diese la vuelta y entrara por detrás.

- Que distintas estas. Le dijo a modo de saludo.

- Ya soy una mujer. Tengo cuarenta y un años.

El padre comenzó a conversar superficialidades y entremedio le reclamó porque no lo había llamado hace un año atrás cuando se murió su abuela.

- Ya sabrás mas adelante porque no te llamé. Le contesto.

La invito a tomar un café fuera del local, -escenario perfecto que estaba en la mente de Churi- guardo la plata del día en su bolsillo y se puso una pistola al cinto, practica habitual en ese país, y que casi mata de susto a Churi. Caminaron diez cuadras y en ese lapso este hombre saltaba de un tema a otro, le pregunto por sus hermanas y nietos, confesándole que no le acomodaba ser abuelo.

Sentados en el café, le comenzó a hablar de sus papás, posiblemente intuyendo lo que se venía venir, le dijo que los dos eran muy estrictos y que recibió ese modelo a repetir. Pero estaba agradecido con sus padres porque nunca le falto nada. Ahora que estaba viejo, sintiendo aún la herida de la muerte de su madre, entendió lo que es no tener papás. Le habría gustado decirles tantas cosas … dijo lanzando un suspiro.

Esa bandeja de plata la aprovecho Churi para decirle:

- Justamente porque no quiero que te mueras sin haberte dicho lo que necesito decir, es que te voy a leer lo que te escribí y que es el motivo de este viaje. Voy a hablar de una manera ordenada y pausada, porque es muy importante para mi que entiendas lo que vas a escuchar. Guarda silencio, al final tendrás la oportunidad de responder.

El padre asintió y Churi comenzó a decir:

- Esto es lo que tu me hiciste: Cuando tenía once años me abandonaste y nunca más te preocupaste por saber de mi. Nunca me escuchaste cuando era una niña, me consentías pero te encargabas de criticarme constantemente. Mis actos nunca fueron lo suficientemente buenos para ti. No te importaba mi vida en el colegio, excepto la vez en que perdí primero de bachillerato y decidiste colocarme en un horrendo colegio de monjas, donde me castigaban constantemente, encargándose esas mujeres de decirme que estaba sola, perdida y me hundiría cada vez más, tal como sucedió. Nunca me preguntaste si quería estar ahí, nunca te importo mi opinión, y no se te ocurrió comunicarme que te irías de casa, ni decirme porque dejabas a mamá. Nunca más en tu vida me llamaste y si hubo contacto fue porque yo me encargue de buscarte a ti.

Churi decía cada frase mirándolo a los ojos, pudiendo ver la metamorfosis de su rostro.

Nunca te interesé, y mucho menos te importaron las razones por las que abandoné el colegio, pero las pocas veces que me veías criticabas mis decisiones de vida sin darte cuenta de que en un alto porcentaje tu eras el responsable de todo lo que me sucedía. Nunca me invitaste a dormir a tu casa, ni visitaste la casa en que estabamos mi madre con mis hermanas. Nunca escuché de tus labios una alabanza, nunca me cuidaste, ni veías en el ambiente tóxico en que estaba creciendo. Negaste mi existencia frente a tu nueva familia y al mundo, presentándome como una amiga de la familia. Recuerdo la vez en que me llevaste a un centro comercial a comprar muchas cosas, incluido mi regalo de cumpleaños y me enviaste de vuelta a casa en un bus público, sola y cargada de paquetes que apenas me podía. Jamás me llevaste a un parque de diversiones, ni al cine, ni a una plaza a jugar. Siendo una niña me obligaste a entender que era tu nueva esposa la que te presionaba para no ser mi papá y tu, cobarde, aceptabas lo que ella te impusiera.

El la miraba fijo, sin respirar y en visible estado de shock, pero mi amiga siguió:

- Esto es lo que sentí: Siempre me he sentido y he vivido anulada, angustiada, sobre todo cuando hablaba contigo. Siempre estuve muy triste porque no me querías, sin embargo, aunque solo escuchaba criticas y me humillaras al ocultar que era tu hija, acudía a ti porque me sentía viva, te necesitaba. Como consecuencia de todo esto siempre tuve la sensación de ser una mala persona, carente de interés y sentía que nunca nadie podría quererme. Crecí sin amor, sin caricias y escondida. En el fondo de mi, llevo enquistada una gran desesperanza. Me dañaste profundamente mi auto estima. Por mantenerme oculta siento que no tengo derecho a un lugar en este mundo.

- Esto es lo que ese abuso constante provocó en mi vida: Al no tener amor, me fui a un país lejano en donde estudié lo que no me gustaba realmente. Me aleje de mi creatividad y aposte por un matrimonio con un hombre que resulto ser homosexual, con el fui muy infeliz como mujer, perpetuando tu maltrato y tu abandono. Un día comprendí que moriría si seguía negándome a mi misma y emprendí el trabajo de sanar. Fue entonces cuando pude descubrir la dimensión de los daños causados y la falta de confianza que tenía hacia mi.

A esta altura estaba boquiabierto.

- Esto es lo que sufro todavía hoy: Quiero cambiar de profesión y sentir que tengo derecho a existir. Quiero dejar de sentir incertidumbre con respecto al futuro y sentirme como una mujer adulta y fuerte. No quiero tener secretos con la familia que he formado. No quiero repetir la historia llena de mentiras que tu montaste. Quiero liberar al hombre que es mi pareja del peso de tener que darme el amor que mi padre no me dio cuando lo necesite. Quiero ser capaz de entregar mucho amor, pero tu ejemplo se interpone como un muro entre mis deseos y yo. Quiero dejar de castigar a todos los hombres, que son el arquetipo tuyo. Siento una gran rabia dentro de mi y sufro todos los días de mi vida por eso.

- Esta es la reparación que me debes: Por todo el daño que me has hecho me debes dos cosas: Debes aceptar que te de una cachetada. Su padre al escuchar lo de la cachetada, en un hilo de voz, le dijo. “No lo hagas”. Churi lo miro tres segundos y siguió: Y debes aceptar este peso que esta hecho de puro dolor y que hoy te devuelvo, lo he cargado por muchos años y no me pertenece.

Acto seguido se paro y subió a la mesa la mochila que contenía treinta kilos de piedras y que equivalían a sus años de sufrimiento. El silencio era absoluto, ella lo miraba parada al lado de la mesa y le dijo que iría a la vuelta de la esquina a comprar cigarrillos. Se fue caminando con la intención de apenas dar la vuelta a la esquina escapar de ese lugar, dejándolo plantado. Apuró el paso cuando ya su padre no la veía, sin embargo algo le dijo que tenía que volver. Sin saber como, volvió al lugar de los hechos y miro a su padre quien estaba totalmente desencajado, su estado era de tal conmoción que no lograba articular ni una sola palabra. Cuando por fin hablo le dijo:

-Ya vi lo que hay adentro. ¿Te puedo decir algo?. … Me doy cuenta del daño que les hice y cuanto me equivoque. Y acepto este peso porque no te correspondió nunca cargarlo. Yo lo cargaré desde ahora en adelante, asumo toda la culpa de lo que hice. Dime, ¿qué puedo hacer para resarcir en algo el daño que te cause?.

Mientras esas palabras se abrían paso hasta el corazón de Churi logrando el milagro de romper el hechizo que la tenía mantenía invisible en otra dimensión, trasportándola en cuerpo y alma al presente, no se le ocurrió que pedir. Si hubiese sido fiel a la receta psicomágica de Jodorowsky, debió haber pedido una cantidad millonaria de dinero y lo mas probable es que el caballero golpeado por la brutal realidad de su inconciencia y el sincero arrepentimiento que profesaba, lo hubiese pagado. Ese pago, -aunque hubiese sido metafórico- es un doble beneficio, abre los caminos de la riqueza bloqueados para Churi generados por su retorcida imagen de si misma, y es la liberación de su padre quien ahora lleva el peso de la culpa. Que desperdicio, pero en fin, jamás pensó que escucharía palabras de arrepentimiento de la boca de su progenitor, por lo que confundida por lo que presenciaba, decidió seguir con su plan y le dijo:

- Déjame darte una cachetada.

Su padre en el mismo tono de la vez anterior, muy bajito y esta vez cerrando los ojos, como si sintiera la palmada en su cara, le dijo: No lo hagas, por favor.
Este gesto la descoloco y la vez sentía que su alma se llenaba de compasión, entonces le dijo.

- Me voy.
- No te vayas.
- Si, estoy muy nerviosa y quiero estar sola.
- ¿Me dejas que te escriba una carta?, y sacó del bolsillo de su chaqueta las hojas en que estaba escrito lo que escucho, buscó un lápiz y se lo entregó para que anotara su dirección. Churi apenas podía tomar el lápiz, estaba tan temblorosa que no podía escribir. Cuando termino de hacerlo su papá le pregunto:
- ¿Podemos irnos juntos?.
- No.
- Por favor, aunque sea hasta la esquina.
- No, quiero estar sola.
- ¿Te puedo abrazar?.
- Si, claro.
Abrazándola sin mucha fuerza le pregunto:
- ¿Les he hecho mucho daño a todas, verdad?.
- Si.
-¿Qué puedo hacer?.
- Encárgate de que ya no haya mas secretos en esta familia, hace ya un tiempo que soy amiga de tu hija que está en Argentina. Solo eso te voy a pedir, diles toda la verdad.
- ¿Te voy a volver a ver?.
- No.

Se dio media vuelta y se fue. Al doblar la esquina comenzó a correr como una prófuga por las calles del centro de Bogotá, a 2.600 metros de altura y sin que sus pulmones colapsaran, corrió sin parar las diez cuadras que la separaban de Marco, su amada pareja. Al verlo, se lanzo a sus brazos y lloró como una niña descargando toda la emoción del encuentro.

Llegando a casa y en calma le contó a sus hermanas y mamá cada detalle del encuentro. Su hermana artista reaccionó soltando un mar de lágrimas, no paró de llorar durante toda la noche, exorcizando el dolor de una vida entera de desaciertos y derrotas, y su hermana mayor la abrazaba agradecida por lo que había hecho, confesándole que creía en todo lo que había realizado y que sabía que este acto cambiaría sus vidas porque sentía las energías como se movilizaban a su alrededor. Nuevos aires de esperanza flotaban e impregnaban sus cuerpos maltratados, modificando la historia para su descendencia y posteridad.

Mi amiga anda flotando, su paso se hizo liviano, camina con soltura y confianza, cambió su tono de voz, su porte es erguido, y está empezando su negocio de pastas caseras, rescatando de entre los escombros el tesoro oculto de su árbol genealógico. La vida le parece fascinante sus ojos brillan y sonríe sola por las calles.

Por mi parte, nunca olvidaré la lección: entre hacer y no hacer, siempre elige hacer, del resto se encargará este mágico universo de maneras que nos puede sorprender, sobre todo en estos tiempos en que una nueva tierra emerge despertando a la dormida humanidad del sufrimiento innecesario y del ego programado.

Para terminar ...

Debo confesar que en mi familia hay muchos locos de atar, y para mi pesar y el de los inocentes, andan todos sueltos por este mundo. Lo importante es no caer en las trampas que van colocando a escondidas por la maleza (trampas que están en mi interior). Y parte de ese no caer en sus trampas, está el trascender la estupidez con elegancia y buen humor. Recuerdo a mi madre despreciando en mi papá el color oscuro de su piel y su pelo tieso, clásico rasgo de los araucanos, gente que hay que esconder porque según ella son feos y sin educación, en cambio yo atesoro mi herencia y espero que sea real, porque de esos antepasados con lanza debe venir la fuerza y el valor que se necesita para emprender esta rebelión del alma, y de ellos también está mi porfiada determinación por traer la paz y el amor a este mundo, protegiéndola de nosotros mismos. Y posiblemente de mi tía religiosa, quien aspira a la santidad catequizando a gritos a nuestros semejantes es que viene mi inclinación a lo espiritual. Aunque creo que a ella no le va a resultar ganarse el cielo apuntando con el dedo a los incautos pecadores que se le cruzan por la calle.

Me encantaría hacer el acto heroico de mi amiga pero no tengo a quien confrontar, mi madre esta bajo tierra y mi padre es tan sordo como una tumba, intentar decirle algo armaría tal alboroto sin que garantice los resultados esperados, porque cada vez que le pregunto como está, me responde que hace frío.

Pero hay atajos mágicos y energéticos, estudios demuestran que el proceso de recordar o imaginar ocupa la misma zona del cerebro, y mediante mi imaginación, he exaltado a mi familia a niveles de seres luminosos, las mujeres de mi familia son maduras, fuertes, trabajadoras, espirituales, divertidas, amantes apasionadas, buenas madres y buenas compañeras de hombres entretenidos, talentosos, conectados, fieles y sabios.

¿Es mucho pedir?. Si existe la belleza, esa siempre será mi opción y mi apuesta.

Desde mi corazón,
Marcela Paz.