jueves, 18 de agosto de 2011

"Receta y Preparación de Sampa"


El sampa es un alimento altamente energético y no perecible, elaborado con el cuidado necesario puede durar más de cuatro años sin perder su poder nutritivo, que puede ser consumido en cantidades pequeñas ya que contiene un importante componente nutricional. Una ‘bolita’ de sampa (entre 2 y 3 cm. de diámetro) reemplaza a una comida completa.

Llamado por algunos ‘el maná caído del Cielo’, esta receta -según mi indagación en Internet- se le atribuye a Gonzalo Valery (músico venezolano). Gonzalo como muchos otros ha experimentado vivencias y encuentros con naves, Ovnis y seres superiores de otros planetas. Uno de estos encuentros fue aproximadamente en el año 1987, con un ser llamado Ángel, quién le dejó ciertas instrucciones o receta acerca de la preparación de un alimento completo de alta nutrición y larga duración. La revelación de esta receta tiene un gran fin: “Elaborar un alimento completo de forma permanente, para los momentos difíciles y de escasez”.

La palabra sampa es de origen sánscrito, significa 1) relámpago y 2) cocinar u hornear completamente.

Sampa (a veces escrito tsampa) es el nombre de un alimento tradicional en Tibet, compuesto por harina de cebada tostada mezclada con mantequilla de yak y un cierto tipo de té (a veces con azúcar añadida).

El sampa del que hablamos aquí es otra modalidad de alimento, se elabora con harina de 6 granos tostados + maní, harina de plátano y miel. Las maravillosas cualidades de la miel (muy rica en sales minerales, hierro, fósforo, calcio, vitamina b6, tiamina, niacina, riboflavina y ácido pantoténico; antioxidante y depurativa) son responsables de amalgamar, estabilizar y preservar la mezcla, además de enriquecerla con minerales y vitaminas.

El sampa no es solamente un alimento para el cuerpo, sino también para el alma. Así, en la elaboración del sampa intervienen ingredientes físicos y energéticos, desde la energía natural armónica y sanadora que contienen los ingredientes hasta la energía que incorporamos a través de cantos, palabras y pensamientos amorosos, emociones limpias, etc.

Idealmente el sampa se prepara en grupo, en colaboración mutua. Preparar sampa es un evento amoroso de re-unión, de sanación, de acción de gracias, de generar energía de alta vibración para impregnar el alimento y bendecir la vida. De muchas maneras, elaborar sampa está asociado con el rezo de unidad, entre los seres humanos, unidad con la naturaleza, con la Tierra, con el Cielo, con los Elementos, con las Direcciones, con todos los Reinos. Y donde la Vida pulsa en unidad, la medicina es perfecta.

El sampa es un regalo para la humanidad, fue entregado para todos, sin distinción de raza, credo, lugar geográfico, 'educación' y billetera. Es importante que tomes en cuenta que el sampa no debe comercializarse, ya sea cobrando por compartir la forma en que se hace o cobrando por el sampa elaborado.

Aquí van las indicaciones para preparar el sampa, en base a la receta original y con los ‘añadidos’ (como la fase lunar) de mi experiencia.

Luna favorable para la elaboración del sampa:
Creciente (desde el 3º día pasada la Luna Nueva) hasta la Luna Llena.


Materiales que necesitarás 
• Olla de barro para tostar.

• Molinillo manual para moler los granos (no usar molinillo eléctrico).
• Cuchara de palo.
• Balanza de cocina.
• Superficie lisa para el amasijo (puedes poner un pedazo de plástico grueso en el suelo, que luego se reutiliza).
• Bandejas para secar las bolitas de sampa.
• Frascos de vidrio de boca ancha para almacenarlas.

Ingredientes para el sampa.
 
Idealmente todos los ingredientes orgánicos, especialmente la miel (no solamente que las abejas cosechen en flores orgánicas, sino también que la caja-panal no esté hecha con madera impregnada). La miel ‘intoxicada’ pierde cualidades físicas y energéticas.

La receta original pide estos ingredientes:

1. Porotos rojos
2. Garbanzos
3. Lentejas
4. Poroto de soya
5. Trigo seco
6. Maíz seco
7. Plátano verde
8. Maní natural
9. Miel de abeja

Se le puede añadir quinoa y/o amaranto en reemplazo del trigo (para los intolerantes al gluten) y distintos tipos de maíz. Probablemente, como la receta se originó en Venezuela, no se incluyen estos verdaderos prodigios de la nutrición que se dan más abajo en la región andina.

Durante todo el proceso de la elaboración del sampa, evitamos la conversación cotidiana, reconociendo este momento como ‘especial’ y enfocando nuestra energía y corazón en esta co-creación con la naturaleza.

Sugiero mucho levantar cantos sagrados, mantrams, repetir afirmaciones positivas, etc, sosteniendo la energía individual y grupal en frecuencias de alegría y gratitud. Si el grupo tiene suficientes personas, quizás algunas puedan apoyar la energía con el rezo del tambor, otros instrumentos, etc.

Preparación de los ingredientes.

Excepto la miel, todos los ingredientes se usarán tostados y molidos. Todos los granos + maní se tuestan por separado en olla(s) de barro, ya que tienen diferentes tiempos. Y luego se muelen también por separado, en distintas texturas (harina fina, grumosa, etc.).

Si la harina ya está molida y no tuvimos posibilidad de tostar el grano, no hay problema, tostamos la harina. El punto del tostado dependerá del gusto, evitando el tostado extremo que afecta la propiedad nutricional de las harinas.

Tostar la harina requiere de atención constante, ideal en olla de barro a fuego bajo, removiendo constantemente con cuchara de palo. La harina irá cambiando de peso y densidad, en la medida en que se va perdiendo humedad -cocinando/tostando- se pone más suelta (como arenilla), y así también puede quemarse más rápido.

Para producir la harina de plátano verde (el plátano de cocinar, no el de postre), se corta el plátano en tajadas finas y se seca idealmente al sol (puede hacerse en horno, con el costo de renunciar a la energía+prana que aporta el Sol). Para obtener 1 kilo de harina de plátano verde, se necesitan aprox. 5 kilos de plátano.

Con respecto al maní, de preferencia conseguirlo con la cáscara gruesa (natural), pelarlo manualmente y luego tostar para sacar la cáscara fina. Molerlo no tan fino para que no se vuelva mantequilla.

Mezclar todos estos molidos uniformemente en un recipiente de plástico (no de metal), este conjunto será la mezcla seca del sampa.

Cantidad.

La relación entre los ingredientes, excepto la miel, es de igualdad 1 a 1 una vez que estén molidos. Si uso un kilo de lenteja molida (harina de lenteja), usaré 1 kilo de todas las demás, incluyendo 1 kilo de maní.


Relación harinas-miel: Aprox. 3 a 1, 3 kilos de la mezcla seca x 1 kilo de miel. Dependiendo de la densidad de la miel y la 'porosidad' de las harinas (punto de tostado), puede ser 2 a 1. En el momento de la preparación del Sampa el sentido común sugerirá la cantidad exacta de miel a utilizar, ya que las pelotitas no deben quedar ni demasiado secas, por que podrían deshacerse, ni demasiado empapadas, ya que tardarían mucho tiempo en secarse o podrían deformarse, aplastarse o convertirse en puré al ser almacenadas.


Para las personas diabéticas se recomienda no agregarle miel (o muy poca) y consumir como cereal o granola.

Preparación del sampa.

En una superficie lisa lo suficientemente extensa (depende de la cantidad de sampa que vamos a producir), que podría ser la mesa de cocina o un plástico grueso extendido en el suelo, volcamos la mezcla seca y vamos integrando gradualmente la miel, viendo que quede uniformemente ‘amalgamada’ con toda la harina, hasta tener una consistencia como masa suave de galletas no muy dura que se parta, con cierto grado de maleabilidad, sin ser demasiado pegajosa.

Ahora hacemos bolitas con las manos, aprox. del tamaño de pelotas de ping pong, las acomodamos en bandejas lo suficientemente separadas como para que no se aglomeren y las dejamos secar a la sombra, poniendo cuidado en cubrirlas con un paño o tela que impida que los insectos, sobre todo moscas, depositen allí sus huevos.

Una vez secas las bolitas de sampa, las guardamos en frascos de boca ancha que cierren herméticamente, de preferencia de vidrio (puede ser plástico, evitamos los frascos de metálicos), que además de asegurar una buena conservación natural permiten un acceso fácil a la hora de ir por ellas.

Un Sampa bien reparado, que haya tenido un buen secado lejos de mosquitos y de insectos y que haya sido bien almacenado, llega a conservarse perfectamente por un lapso no menor de cuatro años.

Una sola bola de sampa es capaz de proveer los nutrientes de una comida.
Recuerda que es importante que además mantengas una buena hidratación.

Sugerencias de elaboradoraes de sampa encontradas en la web.

La experiencia acumulada en las anteriores preparaciones de Sampa nos impulsa a formular las siguientes sugerencias.

Si el Sampa va a ser preparado por un determinado numero de personas, se aconseja para acortar los tiempos y facilitar la preparación, repartir equitativamente entre los componentes del grupo, la compra de los ingredientes y el tostado de los mismos que podrán ser efectuados, esta ultima, permaneciendo cada uno en su respectiva casa.

En el día establecido al tener todos los ingredientes ya listos, podrán reunirse en un sitio escogido donde se llevará a cabo, primero la molienda de los ingredientes, luego la mezcla de las harinas, después la amalgama con miel y finalmente la hechura de las bolitas de Sampa.

Al tener ya listas las bolitas es recomendable que del secado, conteo y repartición de las mismas se encargue una sola persona que goce de la plena confianza de todos los componentes del grupo.

Se recomienda en primera instancia que todos los niños (hijos, sobrinos, nietos o simples amigos de los componentes del grupo) sean siempre los bienvenidos en todas las fases de la elaboración del Sampa, en especial al momento de moler los granos, actividad que además les fascina.

Se recomienda en fin que todas las personas que participan de la repartición final de las bolitas estén presentes y participen directamente en todas y cada una de las fases de preparación de las mismas, en especial en la fase de amalgamiento de la mesa con miel, ya que durante ese proceso, se estará trasmitiendo al empacar, la energía de todos y cada uno de los componentes del grupo.

De esa forma la energetización del Sampa será mucho mayor y mayores serán los beneficios al momento de consumirlo.