martes, 2 de agosto de 2011

"Manteniendo Las Velas Encendidas". Por Jo Mooy.



“Japón lucha por contener el escape radioactivo” – “La lucha continúa en Libia” – “Agrietamiento generalizado (en el fuselaje) de los aviones de la línea aérea Southwest” – “Los Talibanes ponen una bomba en una capilla paquistaní” – “El petróleo sigue llegando a las costas del Golfo” - “La quema del Corán detonante del asesinato de personal de Naciones Unidas”. En sólo dos horas estos titulares llenaron el aire. Las noticias nacionales y locales sobre asesinatos, violaciones, muerte de delfines, recortes de presupuesto y cierres gubernamentales no eran mucho mejores.

(N. de la T.: En inglés, noticias se dice “news” y “new” significa nuevo. En español también se entiende “nuevas” como noticias, aunque no lo usamos tanto)

Estas interminables dosis de “nuevas” (noticias) impregnan las conciencias de todo el planeta, amenazando con descarrilar las buenas intenciones de todo el mundo. ¿Y porqué las llamamos “nuevas”? No hay nada “nuevo” en esto. Más bien es la misma vieja letanía de miedo y ansiedad reempaquetada semanalmente con diferente nombre o tema. Es muy difícil encontrar sentido a todo lo que está pasando en el planeta ahora, incluso cuando estamos presenciando los trabajosos esfuerzos de un nuevo mundo. Pero mantener esa imagen puede ser desalentador, especialmente si parece que el mundo se hubiera vuelto loco.

Las personas conscientes oyen la llamada angustiada del planeta y se preguntan si realmente pueden hacer algo para ayudar. Últimamente, no es raro oír incluso a los profesionales más fuertes y mejor conectados a la tierra expresar sus sentimientos crecientes de desesperanza, o peor, apatía. Dicen que están abrumados o estresados por todo lo que está pasando. Muchos se están recluyendo internamente apartándose del bombardeo interminable de cosas que van mal, no queriendo ya formar parte del mundo exterior. Son incapaces de mantener sus propias velas encendidas, y mucho menos para otros.

Algunos dicen que la resistencia es inútil. Otros, que a lo que te resistes, persiste. La frase “la resistencia es inútil”, es de los Borg en la serie Stark Trek. Los Borg asimilaban todo en su camino de la búsqueda de la perfección. Cada especie que encontraban tenía una imagen de una parte del elefante creyendo que eso era todo el elefante. Los Borg, sin embargo, querían conocer el elefante entero fusionando cada especie con su colectivo, pero su forma mecánica de abordar la existencia estaba desprovista de sentimientos de empatía. La interminable asimilación funcionó hasta el descubrimiento de que los individuos sí podían desconectarse de la colmena del colectivo.

Mientras la proliferación del miedo, negatividad y malos sentimientos sigue afectando a la conciencia masiva, nosotros también podemos desconectarnos de la colmena-noticias de desesperación. La resistencia ni es inútil ni es una opción. Nosotros sabemos porqué vinimos aquí y qué estamos encargados de hacer, pero se necesita un coraje extraordinario y gran fortaleza para sostener nuestra visión del elefante frente a estas apabullantes contradicciones.

Igual que “el colectivo de noticias” pinta un panorama de miedo en las historias diarias, hay muchas otras historias que elevan la moral que nunca son mostradas. Buscadlas. Tenemos poderosas herramientas a nuestra disposición. En un universo hecho enteramente de ondas de sonido, cada pensamiento tiene un significado, crea una imagen y define una forma. Podemos alinearnos con las buenas historias dándonos a nosotros mismos un respiro de empatía sónica, pero eso supone una intención resuelta, creencias firmes y vigilancia constante. Tenemos que crear y experimentar la realidad de forma diferente a la que se nos presenta cada día.

Aunque es duro y estamos cansados de esta saga sin-fin ¡Tenemos que mantener todas nuestras velas encendidas! La visión compartida es la de un mundo cordial con personas que cuidan unas de otras. Podemos servir de contrapeso a los efectos negativos que predominan hoy, mediante pequeños actos de servicio. Se puede empezar con algo tan simple como sonreír, incluso cuando sentimos que nuestros propios problemas son insuperables. Todos necesitamos ayuda antes o después, pero quizá un vecino necesita un poco más que le echemos una mano. El hecho de alargar la mano nos saca de “nuestras cosas” y nos pone en una frecuencia distinta de ayudar.

Miles de personas sosteniendo imágenes tranquilizadoras pueden crear un molde nuevo para el mundo. Así es como mantenemos las velas encendidas. ¡Pero tenemos que hacerlo ya! ¡Y necesita ser hecho diariamente durante los próximos seis meses! Especialmente cuando las noticias parecen las más oscuras. Especialmente cuando la lucha parece contra todos los pronósticos. Especialmente cuando es tan duro permanecer de pie frente a la avalancha y ser todavía positivo. Si no lo hacemos ¿Quién lo hará?.

La sanación colectiva llegará a ser real. Ocurrirá si afirmamos y sostenemos la visión de nuestra parte del elefante. ¡No estamos solos frente a la mayor de las oscuridades! ¡Hay cientos de miles sosteniendo también velas encendidas con nosotros! Mira a tu alrededor y las verás brillando en la historia de los futbolistas del instituto alimentando a los hambrientos; en la de un niño de ocho años regalando miles de ositos de peluche a los niños menos afortunados porque “todo niño necesita un oso de peluche”; en la de otros niños enviando sus asignaciones semanales a las víctimas del Tsunami; en la de vecinos leyendo para los ciegos; en la respuesta de una comunidad a una familia que había perdido su hogar a causa del fuego. Esas historias raramente salen en los titulares, pero en ellas ¡Vemos velas encendidas manteniendo la oscuridad a raya!.

Jo Mooy.

Traducido por Mayte Abad-Morente (8mayte@gmail.com)
http://www.spiritofmaat.com/spanish/may11/candles.html