lunes, 5 de octubre de 2015

"Pasos Para Llegar al Propio Camino". Por Lara Manqui.


A lo mejor te pasa lo que yo viví, que llevas trabajando años en algo que no te hace feliz; en mi caso sentía que mi trabajo no me llenaba y que además no ayudaba a nadie realizándolo. Estaba cansada; sentía que las cosas tenían que cambiar.
O, posiblemente estés aburrido de que las cosas no te resulten; sientes que intentas e intentas, pero siempre pasa algo que impide que realices tus sueños. No quieres pasar de nuevo por otra desilusión y quieres hacer algo para que las cosas sean distintas. O, tal vez, miras para atrás y sientes que la vida te ha llevado a un lugar donde no quieres estar y quieres empezar de nuevo, quieres crear la vida que siempre has sentido que mereces tener.
En resumen, te has dado cuenta que quieres ser feliz y estás dispuesto hacer algo para lograrlo, ¡qué maravilla!. Decidir ir en busca de tus sueños es un paso que toma coraje y convicción, ya por tomar esta decisión ¡te felicito!. Si aún no lo has hecho, te invito a tomarte un momento para celebrarte; has dado un paso importante, un paso que pocos optan por tomar, y por eso mereces un momento para sentirte orgulloso.
Bien, y ahora la nueva pregunta que nos surge: ¿cómo sigo?. Ya sabes lo que no quieres en tu vida, ya sabes que lo que actualmente estás haciendo no está contribuyendo a tu felicidad, sin embargo, ¿tienes claro qué es lo que sí te haría feliz?, ¿lo que sí haría que sintieras contar con una vida plena, llena de pasión y entusiasmo?
El segundo paso para llegar a nuestra felicidad es tener muy claro: qué es lo que nos hace felices. Si yo quiero llegar a un lugar, en un viaje por ejemplo, debo tener claro dónde se encuentra ese destino del viaje. Para lograr la felicidad es lo mismo: si yo quiero llegar a mi felicidad debo tener muy claro qué significa la felicidad para mí, cuáles son todas los aspectos que harían que yo realmente viviera tranquilo, sintiéndome realizado y gozando de la vida.
Este paso es el que se refiere a atreverse a soñar. Es un ejercicio de definiciones, donde nada es muy grande o muy pequeño, muy simple o descabellado. Significa ser honesto con tus sentimientos y hacer volar la imaginación. ¿Qué es lo que te hace vibrar, qué te despierta la pasión, qué te energiza y qué es eso que te alegra cuando piensas en ello?.
Si se te hace difícil pensar en estas definiciones de tu plenitud, existen otras preguntas que posiblemente te puedan ayudar a soñar, por ejemplo:
¿Cómo sería mi vida ideal?,
¿cómo sería un día típico en esta nueva vida?,
 ¿qué trabajo estaría haciendo que me haría sentir realizado?, 
¿quiénes me rodearían en esta vida soñada?,
¿con quién pasaría mi tiempo, 
o de qué manera pasaría mi tiempo en mi vida ideal?, 
¿hay alguna actividad o hobby que siempre he querido intentar hacer?; 
quizás ya tenga un pasatiempo que me apasiona, 
¿podría dedicarle más tiempo? 
En mi vida soñada
 ¿descansaría más?,
 ¿viajaría más?, 
¿pasaría más tiempo con mi familia?
Hay una infinidad de preguntas que puedes hacerte para despertar tu imaginación, solo basta tomar un tiempo para escucharte y considerar las inquietudes que tienes. Si puedes, ahora dedica unos minutos para anotar todas las ideas que vienen a tu cabeza sobre qué sientes que te haría realmente feliz. Incluso si son sólo dos o tres ideas, ya con eso estás empezando a construir tu camino hacia la plenitud.
Hecho lo anterior, pensemos que ya tienes una idea de donde estás y dónde quieres estar, ahora viene el paso mayor. En realidad mucho más que un paso, lo que viene es una decisión consciente de cambiar y estar dispuesto a incorporar este cambio, en cada momento, a nuestras vidas. La clave es la siguiente: “Mis pensamientos crean mi realidad y si yo quiero lograr mi vida soñada debo modificar mi forma de pensar”. Es por esto entonces que yo debo aprender a crear e incorporar pensamientos que me darán la posibilidad de ser feliz, y conscientemente dejar de lado aquellos que están contribuyendo a mi infelicidad.
Primeramente, veamos cómo yo creo mi realidad a través de mis pensamientos. Consideremos que mi realidad en este momento existe gracias a las acciones o decisiones que he tomado antes. Por ejemplo: tengo un trabajo que no me satisface, donde lo paso mal y me estreso, y la decisión que estoy tomando es quedarme en ese trabajo. Yo tomo esta acción o decisión gracias a una emoción que genera en mí la situación que estoy viviendo, y cada emoción que se genera en mí surge por un pensamiento. Siguiendo con el ejemplo, una razón por la cual me podría estar quedando en este trabajo es porque tengo miedo, y el miedo que se está generando en mí surge porque pienso que no voy a encontrar otro trabajo, o porque pienso que me quedaré sin dinero para cubrir los gastos de mi familia. Así, se puede ver con más claridad que estos pensamientos crean mi realidad de estar en un trabajo que no me hace feliz.
En pocas palabras, mis pensamientos generan mis emociones: mis emociones generan mis acciones: y éstas generan mi realidad.
Entonces, ¿qué puedo hacer hoy para cambiar mi realidad de una forma positiva? Si tengo tantos y tantos pensamientos, ¿en cuáles puedo enfocarme para generar un impacto positivo en mi vida?
Existen tres formas fundamentales en que uno puede cambiar su forma de pensar y así retomar las riendas de su vida y manejarlas hacia donde uno quiere ir.
La primera es cambiar nuestra punto de vista sobre las cosas que nos suceden, y en vez de quedarse pegado en lo negativo de una situación, o lo malo que está sucediendo, tomar la decisión de ver lo que está sucediendo como un paso más en el camino hacia mi sueño. Es decir, cuando sucede algo negativo en mi vida, algo que no dio el resultado que yo esperaba, pensar sobre qué aprendizaje yo puedo obtener de esta experiencia y ver cómo este aprendizaje me ayuda a dar un paso más hacia mi meta, mi sueño.
Esto no significa caer en el positivismo, y ponerse a pensar que las cosas van a resultar bien porque sí, una suerte de pensamiento mágico inmaduro. No, esto implica ser responsable y darme cuenta que tengo la oportunidad de aprender de lo que está sucediendo. Y, mi forma de aprovechar este momento es tomando esta oportunidad para crecer. Es obtener herramientas que me ayuden para seguir construyendo y avanzando por el camino hacia mi sueño.
En el caso del trabajo indeseado, posiblemente la experiencia que he adquirido durante estos años sea algo que me sirva más adelante para realizar un trabajo soñado, o tal vez los contactos que he hecho en este tiempo me darán una mano en futuros emprendimientos. En toda situación, siempre, se puede cambiar el punto de vista, desde lo negativo hacia mi más alto sueño. Si puedes, dedica un momento para hacer ahora este ejercicio con alguna experiencia que estés pasando, y observa si consigues cambiar tu punto de vista hacia algo constructivo, algo que te ayudará seguir adelante.
La segunda forma de cambiar mi forma de pensar es observar mi vida con autoresponsabilidad. Aceptar que somos responsables por todo lo que sucede en nuestra vida nos devuelve el poder para crear nuestra vida como queramos.
Los pensamientos de cada uno son propios y, por lo tanto, se pueden cambiar. Al contrario, pensar que otros son responsables por las cosas que nos suceden, significa que otros pueden quitarnos la condiciones para ser feliz también, y al aceptar eso estamos aceptando que no tenemos ningún poder ni responsabilidad para crear nuestra propia felicidad. Y si nosotros queremos crear nuestra felicidad, entonces debemos aprender a aceptar que todo lo que ha sucedido en nuestra vida hasta ahora, y todo lo que sucederá en el futuro, es por nuestra forma de actuar y, por lo tanto, nuestra forma de pensar.
Esto va de la mano con la tercera forma de cambiar nuestro pensamiento: la autocompasión. Muchas veces cuando uno acepta hacerse responsable por las cosas que han pasado en nuestra vida tenemos la tendencia a culparnos. Nos sentimos culpables por lo negativo que ha pasado y sentimos un profundo dolor por no haber actuado de otra manera. Sin embargo, una mejor manera de ver esta situación: es que ahora tenemos un conocimiento que nos permitirá crear otra realidad, y posiblemente hemos pasado por todas nuestras experiencias pasadas para llegar precisamente a este momento: realmente querer ser un creador consciente de nuestra realidad.
Te invito a empezar con algunos de estos pasos y ver cómo impactan tu vida. Si sucede algo malo, recuerda que buscas tu felicidad y observa qué te está entregando esta situación para llegar a ello. Cuando sucede algo que instintivamente hace que culpes a otro, tómate un tiempo para ver si puedes encontrar cómo tú has aportado a que eso suceda, y agradecerte la oportunidad de ver que tú tienes todo el poder para lograr tu felicidad. Finalmente hacer todos estos pasos de forma compasiva y gentil contigo mismo, porque cada paso es un aprendizaje y con cada experiencia estás dando un paso consciente hacia tu más alto sueño.
Dentro de los próximos meses estaré profundizando en estos conceptos como también dando otras pistas sobre cómo tú puedes construir tu felicidad. Por ahora te mando mucha energía y suerte para emprender este maravilloso camino que has empezado. 
¡Felicidades!.
Lara Manqui.
Coaching ontológico.
Fuente: miradamaga.cl
Imagen de aragec.com