jueves, 23 de enero de 2014

"La Pachamama Y La Mujer Son Amor".


La unión amorosa de la mano del hombre con la de la mujer es el nexo que les permitirá entrar en contacto con el universo. Porque cuando la mano del hombre 
toca la mano de la mujer, está rozando el camino que conduce a la eternidad.

La salvación de la humanidad está en manos de la mujer que reconoce 
su propio poder, y se encuentra con otras mujeres, 
para unidas salvar la tierra.

En su largo camino de aprendizaje la mujer será capaz de encontrar 
su fuerza de voluntad, su coraje, el conocimiento y la energía necesaria 
para cambiar el curso de su propia historia, haciendo de cada dolor, de cada soledad, 
de cada tristeza, un mundo de alegría, de amistad y de plenitud.

¿Cómo se aprende a ser una verdadera mujer? 

Estudiando atentamente la naturaleza. La verdadera mujer se descubre 
en su verdad y sigue su camino plenamente consciente de Sí misma. 

El arma más potente de una mujer es su energía interior, que la protege tanto a ella 
como a todos los que ama. Es por esta razón que tendrá que aprender a descender 
a su mundo interno: solamente cuando descubra su verdadera esencia 
podrá usar toda su energía interior. 

Un hombre cercano a una verdadera mujer, ¡se diviniza!. 
Para descubrir los misterios de la divinidad 
el hombre debe penetrar en el corazón de la mujer 
porque la Pachamama quiere sólo aquello que la mujer desea. 

Si la Pachamama es amor, también la mujer lo es. 
El hombre debe considerar a la mujer como la versión de la naturaleza creadora 
cuya moral se basa en el respeto por la vida. 

A través de la mujer el hombre puede alcanzar lo Absoluto, 
por eso es tan importante para ella direccionar su propia energía. 
Si logra tender ese puente de energía, 
el hombre que lo recorrerá sabrá que ella es el camino capaz
de conducirlo a la divinidad.