sábado, 18 de enero de 2014

"Esterilización Temprana de Perros y Gatos: Mitos y Realidades".



La sobrepoblación de perros y gatos es un problema que afecta a la mayoría de las ciudades alrededor del mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, en los cuales las condiciones socio-económicas y la falta de educación por el respeto hacia los animales hacen que estas dificultades se acentúen.

Con el auge de las organizaciones no gubernamentales de protección animal que promovían las adopciones de animales abandonados, a finales de la década de los 60 se empezó a practicar la “esterilización temprana” de mascotas, principalmente en Estados Unidos; con el objeto de que todos los animales que se dieran en adopción ya estuviesen esterilizados y prevenir así el abandono posterior.

Desde entonces la esterilización temprana (entre las 6 y 8 semanas de edad) ha venido popularizándose, gracias a la divulgación de argumentos científicos que desmontan los mitos, mentiras y tabúes que se han elaborado sobre ella.

Quien ha sido considerado el “padre de la esterilización temprana”, el Dr. Leo Lieberman, publicó en 1987 un estudio en el cual se hacía seguimiento al desarrollo de cachorros y gatitos esterilizados a los dos meses de edad, hallando que los propietarios de mascotas esterilizadas a edad temprana reportaron menos problemas de conducta, de obesidad y de salud en general, que sus pares de mascotas esterilizadas a edad convencional.

Hoy día organizaciones como QuickSpay, Spay USA, Spay Panamá, Proyecto Mckee y Almirante Brown Argentina han implantado programas de esterilización temprana con excelentes resultados, siendo referencia para los interesados en el área. Además la esterilización temprana es reconocida por la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA por sus siglas en inglés) y la Sociedad Humana Internacional (HSI por sus siglas en inglés) como un método efectivo y seguro de prevenir la sobrepoblación animal: la Consultoría Veterinaria de la WSPA afirma que la esterilización puede realizarse a partir de las 8 semanas de edad y antes que el animal alcance la pubertad.

Los cachorros y gatitos esterilizados a edad temprana tienen tiempos de recuperación mucho más cortos y tasas de mortalidad mucho más bajas. Un estudio realizado en la Universidad de Florida concluyó que la afirmación acerca del retraso en el crecimiento de los animales esterilizados a edad temprana era un mito: se encontró que esas mascotas terminaban siendo inclusive más altas que las esterilizadas a edad convencional o que los no esterilizados (“intactos”). Investigaciones sobre el peso e índice de masa corporal en mascotas esterilizadas, afirmaron que de los animales evaluados, los gatos esterilizados después de los 7 meses tendían a ser más obesos que los gatos intactos, sin embargo, no hallaron diferencias estadísticas significativas entre el peso de los no castrados y los gatos esterilizados a las 7 semanas de edad. Otros estudios han desmontado el mito acerca de la obstrucción uretral y la incontinencia urinaria como consecuencia de la esterilización temprana; ha sido demostrado que el diámetro uretral es similar en gatos esterilizados a las 7 semanas con respecto a gatos intactos.

Lo importante es que la esterilización temprana sea practicada por un Médico Veterinario conocedor de la técnica y las particularidades de la misma: se debe considerar, ponderar y anticipar las potenciales hipoglicemia e hipotermia, el pequeño volumen de sangre de los cachorros, y lo delicado de sus tejidos. En los animales más jóvenes (6-8 semanas) se recomienda un ayuno de sólo 3-4 horas y deben ser alimentados nuevamente con pequeñas raciones 1 a 2 horas después de la recuperación de la anestesia. Se debe hacer una preparación especial del sitio quirúrgico, incisiones, manipulación de tejido y ligaduras, mediante técnicas diferentes, acordes a la anatomía de los cachorros y gatitos.

Estudios e investigaciones han demostrado que el recelo hacia la esterilización temprana por parte de algunos propietarios y médicos veterinarios carecen de argumentación científicamente demostrable y que lejos de generar efectos negativos en la salud de nuestra mascotas, la cirugía de castración entre las 6 y 8 semanas de edad en perros y gatos traen muchos más beneficios para las mascotas, la familia y la sociedad en general.


Bruno Alvarez Ascanio
Médico Veterinario de la UCV
Master en Gerencia Pública del IESA
Jefe del Centro de Protección y Control Animal de la Alcaldía de Baruta, Edo. Miranda