lunes, 25 de marzo de 2013

"Pistacho, el Fruto Seco Más Rico en Hierro"


Los pistachos son un fruto antiquísimo originario de Asia Menor. Egipcios y griegos los consumieron en abundancia y se menciona incluso en la Biblia como un alimento al que se le otorgaba un gran valor. Muy vinculados a la gastronomía de Oriente Medio, su distribución por el Mediterráneo se atribuye a la expansión árabe. El gran filósofo y médico Avicena ya recomendaba su consumo por la acción reconfortante que ejercen sobre el estómago y su exquisito aroma.

Este fruto procede de un árbol de flores de color púrpura y hojas aterciopeladas. Las semillas son de color verde intenso y están recubiertas por una cáscara leñosa ovalada. Siria e Irán se disputan su origen, aunque en la actualidad se cultivan también en Turquía, Israel, Sicilia, China y California. En España se siembran en la zona de Levante, Badajoz y Cataluña. Su cultivo ha aumentado en los últimos años, gracias a lo prudente que resulta comerlos y a sus beneficios sobre la salud.

El pistacho es un fruto seco muy rico en nutrientes. Destaca especialmente por su aporte de minerales: una pequeña ración de 30 gramos cubre más de 15% de las necesidades diarias de hierro, magnesio y fósforo, y una porción significativa de potasio (8%), que ayuda a controlar la tensión arterial. También contiene calcio y oligoelementos (cobre, zinc y níquel), por lo que se considera beneficioso para fortalecer el sistema óseo, y es muy rico en vitaminas B6 y B1, claves para la salud del sistema nervioso. Como el resto de los frutos secos proporciona grasas insaturadas de calidad (83% del total), con más de 50% monoinsaturadas. Pero es un alimento muy energético (600 calorías/100 g), por lo que no debería tomarse compulsivamente, aprovechando la facilidad con que se pela.

El contenido en proteínas (20 g/100 g) es también muy elevado y su valor biológico medido en aminoácidos esenciales es satisfactorio, por ello son un buen complemento para enriquecer nutritivamente cualquier dieta.

Como aporta fibra (10%) y su contenido en carbohidratos es reducido (12,5 g/100 g) puede ser consumido incluso por personas diabéticas, aunque, eso sí, conviene ser prudente y no abusar cuando se tienen problemas de peso. Sin embargo, deben evitarlo las personas que tienen tendencia a formar piedras en el riñón, debido a su riqueza en ácido oxálico.