sábado, 12 de febrero de 2011

Renacer: Acto de Psicomagia.


EMA CONSULTA:

Amable Alejandro, desde hace 8 años ando buscando en mi interior un canal libre por el que pueda correr la energía. Estudié budismo y sus teorías analíticas a fin desmodificar mi manera de pensar y razonar. Hace ya años que practico el Raja Yoga, gracias a la guía de una maestra extraordinaria que encontré tras buscar y rebuscar. Hace cinco años que practico una psicoterapia. Pese algunos resultados importantes, como la desaparición, gracias al Pranayama, de una forma de asma crónica que se había desarrollado durante mi infancia, y haber conocido durante mi recorrido a algunos personajes realmente excepcionales, mi búsqueda no ha producido resultados concretos.

Me alejé de una familia que amo intensamente pero que produce mecanismos demasiado pesados para mí, puse en entredicho todas mis certezas y me zambullí en mis miedos, nadando en ellos con braceadas vigorosas. A los 35 años, mi talento no me permite aún expresarme ni pagar las facturas, notengo pareja, no tengo hijos y desde hace algunos días si miro mis manos las veo vacías. ¿Puede sugerirme Ud. un acto psicomágico que pueda desbloquearme, o que me permita proseguir mi búsqueda con supuestos más sólidos?

ALEJANDRO CONTESTA:

Querida Emma, tú que has estudiado el budismo y sus teorías analíticas, el Raja Yoga ( ejercicio, regulación y concentración del pensamiento para desarrollar poder mental), más cinco años de psicoterapia, más el Pranayama (dominio, restricción y regulación del aliento), más haber buscado el contacto con personajes excepcionales, me pides, a estas alturas (ya cumpliste 35 años) un acto de psicomagia, sintiendo que aún no posees un canal libre por donde pueda correr la energía. ¿Te das cuenta hasta qué punto esa familia que dices amar intensamente, te ha desvalorizado? El asma infantil, salvo pocas excepciones, tiene un origen en problemas emocionales. No te vieron realmente como eres, no vieron tu talento, ni tus capacidades. Creyéndote vacía ( si los padres no nos ven, nosotros crecemos sin podernos ver) te creas un mundo donde te cuesta ganarte la vida (¿para qué, puesto que tu vida no vale nada?), no tienes hijos, no tienes pareja, te rodea el vacío… Quieres desbloquearte para proseguir tu búsqueda. ¿Desbloquear qué? ¿Buscar hacia dónde? Si buscas hacia fuera de ti, nunca encontrarás nada, porque lo que está bloqueada es tu divinidad interior. Estas son palabras del Katha Upanishad, texto sagrado que tiene unos 3000 años: “Cuando has escuchado y comprendido y encontrado tu esencia, alcanzas lo más profundo del ser, hallas la dicha en la Fuente de la Dicha: te conviertes en una casa abierta para tu Atman, tu Dios interior.” Desde pequeña mutilaron tu tesoro interior, te hicieron creer que eras un recipiente vacío, te negaron como mujer. Te desprecias, no logras amarte, te haces continuamente lo que tu familia te hizo: te niegas. Tienes las manos llenas de vida, pero las ves vacías, tal como ves vacíos tus ovarios… Debes aprender a verte con una nueva mirada, sentir que tú como todos los seres humanos, tienes un tesoro interior…

Como acto psicomágico sólo te puedo recomendar que realices un ritual de nacimiento. Tu inconsciente no tiene la información de qué es nacer de padres que te han creado con amor y que valoran cada célula de tu cuerpo y de tu alma. Debes encontrar una pareja bien intencionada que se preste a interpretar el rol de una madre y un padre perfectos, que se aman, se comprenden y se desean. Debes, desnuda, colocarte en posición fetal en el vientre de tu “madre” y vivir el proceso de desarrollo intrauterino, que debe ser pleno de felicidad. El “padre” debe estar presente y alentarte a nacer y crecer siendo tu misma, es decir una mujer maravillosa. Ella te debe parir con facilidad, te lavarán , te vestirán con ropa nueva. Tú te darás un nuevo nombre. Luego, para celebrar tu verdadera entrada en la vida, cambiarás cien euros en monedas de cinco céntimos. Con ese paquete irás a una plaza pública donde hayan palomas y les lanzarás las monedas como si fueran migas de pan. Regresarás a tu casa regando las monedas por la calle, como si las sembraras. Comprenderás que lo que das te lo das, y lo mejor que puedes dar es ti misma. Aprenderás a acompañar en silencio a los que sufren.