domingo, 20 de febrero de 2011

¿Qué Es La Trampa Sagrada?


Preguntemos a Alejandro Jodorowsky, sin rodeos, ¿qué es “la trampa sagrada”?

“Los curanderos, usan lo que he llamado “trampa sagrada”. (También los chamanes). Para que se le realice un milagro es necesario que el consultante crea que puede haber milagros. Como la mente racional vive dentro de un búnker sin fe, el brujo, por prestidigitación, le muestra un falso milagro. El consultante se maravilla y cree. Entonces, se le puede abrir la puerta al mundo mágico, es decir al verdadero, al vital…”y ocurre el milagro.

¿Es necesario abrir la mente para percibir los milagros?

Jodorowsky dice que sus mentiras son parte de su mundo, por eso son tan verdades como sus verdades. La mentira sagrada nos ayuda a vivir mejor, nos abre la mente a percibir verdaderos milagros.

¿También un acto psicomágico utiliza la trampa sagrada?

Nuestra parte no racional entiende el lenguaje metafórico que se le trasmite a través del acto, es como un niño que entiende de modo literal. Si lo “engaño” acostándome con alguien que lleva una fotografía de mi padre o mi madre, entenderá que por fin me liberé de mi pulsión incestuosa.

Queda claro que los psicomagos usan la “trampa sagrada”

En realidad, un psicomago utiliza sin ninguna superstición ni superchería las técnicas de la magia. En psicomagia, en lugar de una creencia supersticiosa, como en la brujería y la magia, se necesita la comprensión del consultante. Este debe saber el por qué de cada una de sus acciones.

Se utiliza el inconsciente

Facundo Cabral: “¡Pero no digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!” El inconsciente se toma en serio nuestros actos y nuestras palabras, por eso acepta el lenguaje simbólico de la psicomagia y el psicochamanismo.

Sin embargo siempre nos han prohibido decir mentiras

La mentira puede ser un camino hacia la verdad. Picasso decía: “el arte es una mentira que nos permite decir la verdad”. Metafóricamente, una trampa sagrada es una arquitectura creativa, un puente mágico hacia la realización de algo que sí es esencial y verdadero.

Ponga un ejemplo de una mentira sagrada que lleve a una verdad.

Verdad es lo que es útil, también lo que es bello. El cine utiliza trucos constantemente, estamos acostumbrados y los aceptamos. Alejandro Jodorowsky dice que Castaneda puede que utilice la mentira sagrada, “Su aportación ha sido inmensa: él creó una fuente de conocimiento diferente, la fuente sudamericana. Hizo revivir el concepto del guerrero espiritual… Volvió a poner de actualidad el trabajo sobre el sueño despierto. Sin duda, ha publicado demasiado, pero los editores norteamericanos hacer firmar contratos por una decena de libros… Y siempre, a pesar de todo, siempre tiene algo nuevo que decir, sus libros revelan muchas cosas olvidadas. De manera que, verdad o mentira, poco importa. Si es trampa, es una trampa sagrada…”.

Volviendo sobre el psicomago, ¿cómo utiliza esta trampa?

El psicomago se presenta como el conocedor de una téc­nica, como un instructor, y se preocupa de explicar al enfermo el significado simbólico de cada acto y su finalidad.

Aparece la palabra “finalidad” y no se muy bien a qué nos estamos refiriendo.

Básicamente consiste en dejar de perseguir las metas de los otros (dejamos de ser lo que la familia y los amigos han proyectado sobre nosotros) y nos centramos en nuestras propias metas.

¿Es imprescindible definir nuestra finalidad?

Una carta de Alejandro Jodorowsky lo explica:
Cuando huí de México, llevándome en el automóvil todo el material de mi película “La Montaña Sagrada”, las autoridades me amenazaban con quemar los negativos si no accedía a cortar más del 40% de las imágenes, y me refugié en Nueva York donde realicé el montaje.

Comencé, por la angustia, a sudar durante la noche de tal modo que empapaba unas ocho camisetas. Esto me impedía dormir… Un amigo me dio la dirección de un médico en el barrio chino. Era un sabio que no sólo ejercía la medicina, sino también la música, la poesía y las artes marciales… Sus consultas eran gratuitas…

Me senté frente a él, me observó con sus ojos rasgados y, de pronto, me preguntó:

“¿Cuál es su finalidad en la vida?… Me sorprendí. “No vengo a tener una conversación filosófica. Vengo a que usted me cure de esta incesante transpiración”
El anciano insistió: “Si usted no tiene una finalidad en la vida, no lo puedo curar”… Había tal claridad, tal bondad, tal desprendimiento en ese ser, que estuve a punto de llorar. Me oí responder: “Mi verdadera finalidad no es triunfar en el arte, sino en mí mismo: quiero llegar a crearme un alma, quiero obtener la conciencia suprema”…

“¿Para qué?”, me interrogó, sonriendo.

-Para trasmitirla. Nada para mí que no sea también para los otros.

Sólo entonces accedió a tomarme el pulso, a darme una lista de plantas chinas, frutas secas y semillas, que tuve que comprar en la farmacia del barrio. Debía dejarlas hervir y luego beber la infusión. Cesé de transpirar, cesaron mis angustias, supe que desde ese momento trataría de llegar a un arte capaz de curar… (Alejandro Jodorowsky)
La finalidad es la primera pregunta que nos hará un “arbolista” antes de construir nuestro árbol genealógico.

Es la clave de todo. Ahí están nuestras limitaciones, lo que nos da miedo, lo que se nos prohíbe. La finalidad es lo que somos, es nuestro guión auténtico, incompatible muchas veces con el guión que la familia nos impone.

Finalidad suena a pregunta profunda, tal vez algunos consultantes puedan bloquearse frente a ella.

En esos casos podemos usar otras preguntas similares:
¿Qué es lo que quieres hacer con tu vida? ¿En qué te puedo ayudar? ¿Qué es lo que todavía no has conseguido? ¿Hacia dónde vas? ¿Cuál es tu horizonte ideal? ¿Qué tres deseos le pedirías a una Hada? ¿Qué harías si te hicieses invisible durante 24 horas?
Para los que les cuesta muchísimo conectar con su finalidad, se recomienda que durante siete días se compren su pastel preferido, para despertar el placer y la parte creativa. Después serán capaces de verbalizarla.

¿Qué hace el arbolista con la respuesta que damos?

Aquello que responde el consultante muestra las prohibiciones de su árbol genealógico. Para poder realizarnos, debemos conocer los acuerdos del inconsciente familiar que nos lo impiden. Quiero “disfrutar”, significa que hay una prohibición del placer, del deseo, en el árbol. Quiero “ser feliz”, significa que estamos atados a contratos de sufrimiento. Quiero “ser artista”, nos muestra que la creatividad está prohibida. Quiero “ser libre”, señala que la libertad está prohibida y así sucesivamente

Parece como una declaración de intenciones

Nuestro árbol nos da una misión loca, una identidad falsa, un no ser lo que somos en realidad. Mostrar nuestra finalidad nos sitúa en lo que somos.
Esta finalidad debe ser formulada de la forma más concreta posible. Milton Erickson, decía: “Imponte siempre un objetivo real, para el futuro inmediato”

Frases sobre finalidades de personajes célebres:

“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”. Séneca

“Soy opuesto al uso de la fuerza en cualquier circunstancia, excepto cuando se trate de un enemigo que tenga como finalidad la destrucción de la vida” Albert Einstein

“El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo” Winston Churchill

“Lo que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia” Johann Wolfgang von Goethe

“Cuando elegí dedicarme a la escritura, estaba tomando una decisión sin posibilidad de dar marcha atrás. No se trataba de probar un campo nuevo que podría abandonar en el caso de que surgiese otra cosa más atractiva. Significaba la decisión de una vida”.

Naguib Mahfuz.
Ilustración: Robert Mapplethorpe