lunes, 24 de enero de 2011

Una Mirada Al Inconsciente.


(Los siguientes doce puntos son una mezcla de conceptos extraídos de las palabras de Alejandro Jodorowsky, Anne Ancelin Shützenberger, Jung y Cristóbal Jodorowsky sobre el inconsciente)

1.-Empecemos por una metáfora que nos permita diferenciar la parte consciente de la inconsciente

–La razón es como la punta de un iceberg; lo que está hundido dentro del agua representa al inconsciente. Racionalismo puro es una sequedad… Irracionalismo puro es salvajismo. Se trata de usar las dos partes del cerebro, la consciente y la inconsciente; la intuitiva y la razonable.
El mundo es consciencia e inconsciente, es extenso. Vemos más de lo que vemos, oímos más de lo que oímos, tenemos una mirada inconsciente, una escucha inconsciente”

2.-Desde la psicogenealogía se dice que la familia es el inconsciente, ¿Por qué?

–Conocer el propio árbol genealógico es en cierta forma como conocer nuestro inconsciente. Lo que está “escrito” en nuestro árbol, también lo está en nuestro inconsciente, por tanto vamos a repetirlo a menos que lo conozcamos y lo trabajemos. Nuestra parte inconsciente no sale a flote sólo en los sueños, sino que toma parte activa de alguna manera también en las horas de vigilia: manifestándose en el cuerpo, en forma de síntoma o enfermedad, en actos fallidos, por nombrar algunos ejemplos.

3.-¿Resulta posible realizar un mapa del inconsciente?

–Algunos terapeutas que han hecho estudios genealógicos, han querido reducirlo a fórmulas matemáticas, pero al árbol no se le puede encerrar en la jaula racional. El inconsciente no es científico, es artístico. El psicoanálisis viene de la ciencia médica y trata de interpretar el lenguaje del inconsciente de una forma racional. Pero el inconsciente no es racional ni científico. Ahí es donde falla el psicoanálisis. Yo pienso que el psicoanálisis debería ser ejercido por artistas que aprendan a hablar el lenguaje del inconsciente.

4.-Cuando hablamos de inconsciente, ¿a qué nos estamos refiriendo?

–Tenemos el inconsciente individual, personal, por debajo del mismo está el inconsciente familiar, el que nos conecta con el árbol. El inconsciente colectivo, del que hablaba Jung, todos estamos conectados entre si. El inconsciente histórico. El inconsciente cósmico en último lugar, es el más profundo.

5.-Parece como que hay un exceso de inconscientes

–Cristóbal Jodorowsky prefiere utilizar otra expresión para designar al inconsciente, lo llama: “dimensión no racional”.

6.- ¿Qué ganamos cuando nos conectamos a esa dimensión?

– Como decía Jung: “Cuanto más aptos somos para hacer consciente lo inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos”.
La individuación es un proceso consistente en la unificación de las esferas consciente e inconsciente de la personalidad en una totalidad regida por el arquetipo integrador al que Jung denomina, el “Sí mismo”. En términos psicológicos, la individuación consiste en el desarrollo de la psique en el sentido de ser uno mismo, ser quien uno realmente es más allá de los propios condicionamientos individuales, familiares, sociales.

7.-Queda claro que el inconsciente no habla un idioma racional.

– Hay quienes aseguran que la idea del inconciente es falsa, que es un invento occidental que nació de la división entre cuerpo y espíritu y de la negación de Dios.
La razón, con el fin de hacernos interactuar con el medio para asegurar la supervivencia, se vale de los órganos de los sentidos y trata de estructurar la realidad utilizando patrones lineales, integrando los estímulos y las respuestas en coordenadas espaciotemporales fijas y relaciones causales en las que la causa siempre precede al efecto y en donde cada ser animado o inanimado posee una entidad literal prácticamente constante.

El inconsciente es un mundo hecho de imágenes, de metáforas y de arquetipos. Es nuestro aliado, se muestra a través de sueños y de gente que aparece en la vida. Nos da cosas, nos manda mensajes… El inconsciente no es traducible, es totalmente caótico.

8.- ¿Qué es lo que se ha venido a llamar como supraconsciente?

–Es el lugar donde está la programación del Universo, está el futuro. Si sólo miro en esa dirección, acumulo: conocimientos, emociones, deseos y posesiones. Nuestro Dios interior es la suma del inconsciente y el supraconsciente. Los chamanes son capaces de sanar adoptando como aliados a estas dos dimensiones.

9.-Volvamos sobre la familia, lo que habíamos definido desde la psicogenealogía como nuestro inconsciente. ¿Cómo nos afecta?

–Si usted tiene una familia donde todos tienen una profesión liberal, lógicamente tendrá cierta tendencia hacia esas profesiones. Si en su familia hay un fracaso muy traumático, es muy posible que cuando llegue a la edad que su padre tenía cuando aquello sucedió se replantee su vida profesional. ¡Inconscientemente, esa historia lo domina todo! ¿Cómo vemos a los hombres y a las mujeres? ¿Cómo concebimos la feminidad y la sexualidad? ¿Cómo viajamos? ¿Qué importancia le damos al dinero? ¿Qué importancia le damos a la seducción y al placer? Las ideas políticas y religiosas…

Todo está en función de la familia y de su historia. Todo se transmite.
Nuestro árbol genealógico, nuestro inconsciente, es como una tribu. Tiene miedo a que nos diferenciemos de él. Somos portadores de los conflictos no solucionados de nuestro árbol genealógico y eso se manifiesta en nosotros de muchas maneras…

10.-Si lo convertimos en nuestro aliado, ¿qué sucede?

–Si aprendemos su lenguaje, se pone a trabajar para nosotros. Si la familia que se encuentra en nuestro interior, anclada en la memoria infantil, es la base de nuestro inconsciente, debemos entonces desarro­llar a cada pariente como un arquetipo. Es preciso que le concedamos nuestro nivel de conciencia, que lo exaltemos, que lo imaginemos alcanzando lo mejor de él mismo. Todo lo que le damos, nos lo damos. Lo que le negamos, nos lo negamos. Esta forma de sanarnos y sanar el árbol tendrá repercusiones positivas en las generaciones venideras. Siendo nosotros mismos y desactivando las trampas caducas del árbol, estamos trabajando no sólo para nosotros, sino también para los que nos sigan en el tiempo futuro.

11.- ¿Cualquier mensaje, incluso las pesadillas, que nos llegan desde el inconsciente hacia nuestra conciencia, siempre son para bien?

–El inconsciente no es un profesor con el intelecto a cuestas, sino un artista amoral (no inmoral), mezcla de verbo sagrado y carcajada, libre de diplomas, medallas y respetos caducos. Las pesadillas son mensajes del inconsciente que te dice: “hay aspectos de tu persona real que no te atreves a vivir y que ves como angustiosas monstruosidades. Aprovecho que estás dormido para inquietarte, despertar tu curiosidad, llamarte, rogarte, perseguirte para que por fin entres en mi reino, que es el de tu verdadera y maravillosa esencia. Cesa de temer, hazme frente. Pregúntame: ¿qué me quieres decir? (lo que significa: ¿qué me quiero decir?)

12.-Un ejemplo de metáfora asociada al inconsciente.

–Tú, por ejemplo, ves a alguien que te ha hecho mucho daño y le das una bola pintada de negro, y le dices: “Toma, éste es tu cáncer y no el mío, quédatelo”. Eso es una metáfora.
La dimensión no racional y la dimensión corporal forman una unidad interrelacionada. Con cada mensaje que enviamos al inconsciente en formato de metáfora, activamos una especie de chip en el sistema nervioso que va poco a poco modificando las redes de información. Si el mensaje es sanador, terminaremos sanando, si el mensaje es tóxico, enfermaremos.
Las metáforas son útiles para deshacernos de las lealtades infantiles. Mantenemos una poderosa e inconsciente fidelidad a nuestros designios familiares: a sus tradiciones, a sus traumas, a sus secretos, a sus proyectos más o menos advertidos. Adoptamos los sentimientos de la familia como si fueran propios.

Plano Creativo.