jueves, 27 de enero de 2011

Sanando de Economía de Benito (Psicomagia).


Hace unos meses, Benito, me mandó una carta ( nunca supe dónde había conseguido mi dirección postal) pidiéndome ayuda para solucionar su vida económica. Cuando en mis lecturas de Tarot me preguntan “¿Voy a conseguir trabajo?”, respondo: “No leo el futuro, sino el presente. No te puedo decir si vas a conseguir trabajo, pero te puedo decir por qué no lo consigues, es decir, por qué haces todo lo posible para no conseguirlo”. Si yo tuviera una fórmula psicomágica para ganar dinero, sería multimillonario. Para solucionar mi economía aprendí no sólo a trabajar en lo que me gusta, sino que también, dejando de lado complejos, traumas y desvalorizaciones, lograr que me guste lo que hago. Conocí a una muchacha, muy talentosa, que por fin se decidió a hacer lo que le gustaba: ser actriz de teatro. Logró obtener papeles importantes, el publicó la aplaudió entusiasta… pero ella cayó en una intensa depresión porque nunca logró ni amar ni estar satisfecha con lo que hacía. Esta neurosis de fracaso la aquejaba porque no cesaba de culpabilizarse por tener éxito en lo que su madre , ex-actriz, había fracasado. Benito se sentía inseguro. Quería fundar una escuela de desarrollo personal. Eso me hizo pensar en la frase de Gurdjieff : “Son tan perezosos para ayudarse a sí mismos que quieren ayudar a los otros.” A esta visión tan cruel prefiero cambiarla así: “Quieren darle a los otros lo que no logran darse a sí mismos”. Benito, al consultarme, en el fondo me pedía un acto que lo ayudara a desarrollarse personalmente, en otras palabras liberarse de un trauma infantil. Ciertas madres, por exceso de cuidados, quieren que sus hijos sean “limpios” antes de tiempo, obligándolos a controlar sus defecaciones como si ya fueran adultos. Como el excremento les parece asqueroso, lo convierten en símbolo de todo lo malo. Si el niño quiere investigar algo que quizás siembre desorden o lo ponga en peligro, ellas les gritan “¡No hagas eso, es caca!” Así, el chico, que en su ingenuidad infantil considera que al defecar está creando algo importante, se culpabiliza y contrae su ano. Jung comparó el dinero, el oro, al excremento. Preso de este complejo de “limpieza”, al crecer , se impide tener el placer de crear, ganar dinero, vivir satisfecho… Le di entonces a Benito un acto psicomágico para quitarle la culpabilidad, aceptando que su ano produce algo bueno. Le pedí que me escribiera contándome los resultados de mi “extravagante” consejo.

LA CARTA DE BENITO:

Amado Alejandro, estoy ante la realización de un sueño, abrir una escuela de desarrollo personal y aunque voy a hacerlo, siento inseguridad con respecto al tema económico ya que en los ultimos meses la cosa se ha “torcido”. ¿Hay algún acto de psicomagía que me pueda ayudar?.

LA RESPUESTA DE ALEJANDRO:

Querido Benito, para vencer tu inseguridad respecto al tema econòmico, compra cuatro moneditas de oro, introdúcetelas en el ano y luego no defeques tres dìas. Al tercer dìa excreta en una bacinica. Recupera las cuatro moneditas, limpialas y entiérralas en una maceta donde plantaràs una bella planta, que regaràs cada día.

EL RESULTADO DEL ACTO:

Amado Alejandro, te cuento mi experiencia esperando que sea de utilidad para tus lectores además de darte las gracias… En primer lugar tuve serias resistencias para hacer el acto. Si no fuera por la confianza que tengo en ti no lo hubiera hecho. Anduve buscando las moneditas de oro, al final encontré 13 arras (monedas de boda) de las cuales utilicé las cuatro introduciéndomelas por el ano. Pensaba que sería muy incomodo, que no sería capaz, etc., pero no le hice caso a los pensamientos y seguí adelante. Para poder aguantar los tres días tuve que restringir la ingesta de comida, entiendo que esto ayuda a mi fuerza de voluntad y a mi disciplina, dos buenas virtudes usadas en su justa medida. Al tercer día, defequè por fin. Con gran satisfacción, en mis excrementos vi las cuatro moneditas, las saqué, las limpié con mimo y han ido a parar a un estupendo ficus, que riego todas las semanas. Ahora ya no me planteo el resultado de las cosas: “Pienso en la obra y no en su fruto”, como tù dices. En el lado práctico estoy trabajando en una radio bastante importante, con un sueldo decente, la escuela de desarrollo personal està dando sus primeros pasos y espero que en mes, mes y medio ya este montada, honestamente no me falta dinero ni me preocupo.
Gracias de todo corazón: Benito.

Plano Creativo.