martes, 18 de enero de 2011

Las Siete Emociones Negativas Y Los Siete Pecados Capitales.



Marianne Costa nos enseña que las emociones negativas, miedo, rabia, culpa, odio, crítica, envidia, y asco, se opone a una emoción positiva que nos ayuda a avanzar, que todas ellas hasta cierto punto pueden cumplir una función útil, pero que si la llevamos al exceso, nos enferman. Construímos una tabla para expresarlo de forma esquemática:

Las emociones negativas están relacionadas con los 7 pecados capitales:

1.- SOBERBIA:

Soberbia es saberlo todo. Querer entender, pero no vivir. Muchos terapeutas son así. Es centrarse en un solo centro, o en dos. Por ejemplo, una persona puede estar en el centro intelectual y tener bloqueados los demás.

2.- PEREZA:

.-Es querer seguir en el vientre materno.
.-Querer estar tratado, en lugar de querer sanarse.
.-Es vivir dentro de un muerto
.-Es pensar que no se está curado, para seguir teniendo los beneficios de la enfermedad
.-Es ser un huevo persistente
.-Es no querer aceptar la felicidad.

3.-LUJURIA:

Lujuria es la obsesión por el placer, sin más. Placer sin lazos afectivos o huyendo de la responsabilidad de unos hijos. Es buscar el placer fácil y vacío.

4.-AVARICIA:

Avaricia es guardar y no utilizar. Es tener todas las herramientas de sanación guardadas y no utilizarlas.

5.-GULA:

La gula es quererlo incorporar todo con precipitación. Cuando comemos demasiado, luego duele el estómago. Ocurre cuando cerramos las heridas sin haberlas limpiado del todo. Damos algo por sanado, cuando en vedad no lo está. En el fondo, es querer sanar y quedarse igual, es quererlo todo.

6.-IRA:

La ira es el inverso de “ser bueno”. El que es muy bueno, contiene la ira y ésta se somatiza en perder la dentadura. Un ejemplo sería decir “no le hago la confrontación a mi mamá para no herirla”, y salen caries.

7.-ENVIDIA:

La envidia está en función de la frustración. En el ámbito de la sanación, surge la envidia cuando eres capaz de sanar a otros y no te sanas tú. Yo me ocupo de todo, pero no de lo mío. Hay infinitud de trampas para no sanarse. Por ejemplo, una madre lleva a su hija al terapeuta, para que la trate, pero en realidad, está escondiendo su propio problema. “Yo me ocupo de todo, pero no de lo mío”, esto genera envidia.

Imagen: “La mesa de los pecados capitales”, de El Bosco.

Marcela Paz.
Chile.