jueves, 13 de enero de 2011

Invéntate Un Nombre


Los nietos insistieron en crearle al abuelo, un malhumorado racionalista extremo, una dirección de correo electrónico. Éste, accedió motivado por la posibilidad de comunicarse por esa vía con los que vivían lejos.

-Abuelo, ¿cómo quieres llamarte?

-Vamos, invéntate un nombre.

Le decían alborotados los niños delante del teclado del ordenador.
El viejo frunció el ceño y sus nietos le explicaron que la primera parte de la dirección electrónica, antes de la “@”, se escribía una especie de seudónimo único, porque nadie más podía tenerlo igual. Le fueron poniendo ejemplos:

-Yo soy superjaime_diez@enldt.com

-Y yo goleador2011@enldt.com

-etc.

El entrecejo del abuelo se relajó y sus labios dibujaron una sonrisa:

-Pues a ver si está disponible plumadepoeta@enldt.com

Al decirlo, él mismo comprendió: “detrás de un seudónimo, se puede esconder tu otra identidad”.

Plano Creativo.

¿Cómo te llamarías tú si pudieses colocarte un nombre?

Marcela Paz.
Chile.